S.H.I.E.L.D. Vol. 1 #1

“Chapter One: The Unholy Resurrection of Leonardo da Vinci.”

S.H.I.E.L.D. #1
“Chapter One: The Unholy Resurrection of Leonardo da Vinci”
Escrito por Jonathan Hickman
Arte por Dustin Weaver
Color por Christina Strain
Letra por Todd Klein
Portada por Gerald Parel

Producción por Irene Lee
Edición por Daniel Ketchum & Nick Lowe

Publicada por Marvel Comics, la serie de S.H.I.E.L.D. reinterpreta a los exponentes artísticos, científicos y figuras más destacadas a lo largo y ancho de la historia antigua y contemporánea de la humanidad, y los integra en historias del corte clásico de superhéroes. Este excelente comic es todo un tour de force, lleno de giros característicos de la ciencia ficción, con un alto índice de acción épica y consecuencias de gran dramatismo.

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SINOPSIS

En 1953, el joven Leonid es llevado por dos agentes misteriosos, de nombre Howard Stark y Nathaniel Richards, a conocer el enclave de la organización secreta conocida como la ‘Hermandad de Shield’.

Desde el año 2620 a.C., la misión de Shield ha sido el avance de la humanidad, defendiendo al planeta de toda amenaza, como sucedió en la China del año 114 d.C., y en Roma en 1582.

2620AC

La saga en imágenes: 2620 a.C.

3 años han transcurrido, en los que Leonid se ha convertido en huésped permanente de la Hermandad. De pronto, recibe la inesperada visita de su padre: el reservado, iracundo y paranoico ‘Night Machine’, quien busca destruir a Shield ya que a su parecer ha tergiversado sus principios fundamentales, cayendo en la corrupción. Mientras este decidido invasor enfrenta a Stark y a Richards, Leonid escapa, encontrándose en su camino nada menos que a Leonardo da Vinci, quien ha viajado desde el año 1503 para salvarlos a todos de un futuro incierto.

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REVIEW

“The first issue of S.H.I.E.L.D. is huge. It sets up an epic vision spanning all of history. It boldly moves away from the stable of Marvel characters to create a new area of the Marvel universe. This issue does a lot of things I think a good first issue of this genre should do.

I did a lot of experimenting in this issue. I was drawing at different sizes and approaching scenes with different styles. I was going with whatever felt right. I even started inking my layouts, just to keep things moving and fresh. It was liberating.”
— Dustin Weaver.

Aún y cuando Leonid sea puesto en forma prominente en este capítulo inicial, el relato no aparenta ser el Hero’s Journey tradicional, y todo esto se lo debemos al ingenio de Jonathan Hickman y Dustin Weaver.

Como trabajo literario, S.H.I.E.L.D. presenta una fórmula narrativa que resulta ser atractiva para diversas audiencias, consolidándose como un exitoso experimento por parte de la Marvel y que posiciona de nueva cuenta a Hickman como una voz autoral multifacética, quien en su aún breve pero prolífica carrera ha sido capaz de demostrar una gran soltura y confianza para escribir sobre ideas que reflejan una profundidad intelectual y un manejo agudísimo y conmovedor de la condición humana a través de diversos géneros literarios.

S.H.I.E.L.D. emplea como contexto los albores del esfuerzo científico del hombre, mezclándolo con el acervo y mitología labrado durante más de 7 décadas en las ediciones publicadas por Marvel Comics.

Con gran facilidad, Hickman induce a figuras notables del mundo en el universo de ficción de los comics, y con la sapiencia necesaria para evitar en todo momento convertir a su obra en una lección de historia. No, S.H.I.E.L.D. representa el génesis del legado heroico dentro de Marvel, construyendo nuevos mitos donde estos representantes de las artes y las ciencias pueden contarles a nuevas generaciones que fueron “superhéroes” por un día.

Para quienes han seguido las ediciones impresas por esta casa editora, S.H.I.E.L.D. regala guiños e insights interesantes que enriquecen su experiencia con las leyendas de antaño. Nuevos lectores verán a las célebres figuras como guías para ser inmersos en una historia épica que combina a la realidad con la ciencia ficción, con un discurso filosófico donde puntos de vista e ideas de vasto alcance y actitudes humanistas colisionan para ofrecer una gama de posibilidades y rumbos insospechados para esta saga.

Hickman plasma en su obra un interés para presentar estos conceptos al unísono con el desarrollo profundo de los personajes, balanceando claramente un ambicioso plan con un buen manejo del reparto. Este tomo número uno se desplaza una y otra vez en diferentes épocas, mostrando las motivaciones y rasgos básicos de los protagonistas, a medida que se repasan los orígenes de esta organización milenaria.

Este comic es un ejemplo más del estilo narrativo de Hickman y las temáticas que ha explorado a lo largo de su carrera: los esfuerzos que grupos o individuos realizan para sacudir las estructuras sociales, en busca de liberar el potencial humano y con ello alcanzar la trascendencia, encaminando intereses propios, el progreso del mundo e incluso defendiendo al propio planeta Tierra de cualquier amenaza, a través de relatos épicos o sutiles con consecuencias que definen el rumbo tanto del presente como del futuro.

Dustin Weaver comparte la ambición de Hickman, haciendo de S.H.I.E.L.D. una demostración de un talento inusitado y bienvenido para la industria de los comics, ofreciendo ilustraciones que quitan el aliento, dotando a cada época (desde el antiguo Egipto, El Renacimiento, La Ilustración y la Post-Guerra en el siglo XX) de una presencia y personalidad bien definida, donde en cada página imprime una gran cantidad de símbolos e imágenes universales, vinculándolas con la historia de Marvel y la iconografía clásica de sus comics.

Esta personalidad dotada por Weaver a cada escenario se permea por igual al diseño de los personajes: la inocencia y curiosidad de Leonid se mezcla con la promesa de superpoderes latentes e infinitos; la imponente autoridad de Imhotep como el primer héroe de la humanidad para preservar a un majestuoso imperio en peligro; Leonardo da Vinci y Galileo Galilei llenos de vitalidad, ingenio y proactividad acorde a una época que descubre con ojos abiertos, pendientes y curiosos los secretos del mundo; así como la convicción con tintes religiosos del consejo supremo de la Hermandad de Shield, cuya guarida subterránea es repleta de imágenes que denotan una devoción absoluta por su misión, la cual entra en conflicto con la visión del mundo del enigmático Night Machine, cuya apariencia cibernética radical contrasta de forma efectiva con el look solemne de la Hermandad y sus agentes Nathaniel Richards y Howard Stark, quienes son personajes clásicos dentro de la Marvel.

Hickman aporta material suplementario, diseñado con gran apego a su estilo de abstracción para comunicar ideas al unísono con elementos visuales. El contenido vertido por el autor (un infograma de dos páginas) agrega capas filosóficas que complementan la tónica impuesta sobre la serie.

S.H.I.E.L.D. #1 es un ejemplo claro de cómo debe ser una buena obra de ficción serializada: gran calidad en guión y arte que nos ofrece acción, intriga, un reparto interesante, atractivas y asombrosas vistas, además de suficientes misterios para dejarnos con ansias de conocer más de este ensamble de personajes y conceptos. Este es un comic provocativo, con una gran visión y altamente recomendable.

En la opinión del autor, se vierten detalles interesantes para el comic:

“S.H.I.E.L.D. was going to be a creator-owned book, but then Marvel asked me, “Hey, you got anything with Da Vinci?” And I said, “As a matter of fact, I do have something on Da Vinci!”

So, I put together a pitch document that integrated all my stuff with all the Marvel dressing, put it in the oven at 400 degrees… a couple months later we got S.H.I.E.L.D.

I would agree that S.H.I.E.L.D. feels like the first thing that I’ve done at Marvel that on the surface appears to be like the marriage of my indie work and my Marvel work.

It’s pre-Marvel Universe and post-Marvel Universe in some places. And then it ties in big, historical, significant, galactic, universal kind of constants that exist in the Marvel Universe with significant points in human history.

It’s a look at a lot of the greatest men in the history of the world — Renaissance Men — and their impact from both a historical and a fictional perspective.

This was something I was very excited about — the concept of following man’s progress and how that paralleled to a modern story; the struggles we face every day, and what they mean for the future.

I think it’s easily the best thing I’ve ever done. It just feels right.”

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