The Incredible Hulk | Estados Unidos, 2008
Dirigida por Louis Leterrier
Libreto cinematográfico por Zak Penn y Edward Norton (sin crédito)
Reparto: Edward Norton, Liv Tyler, Tim Roth, Ty Burrell, Tim Blake Nelson, William Hurt y Robert Downey, Jr.
Cinematografía por Peter Menzies, Jr.
Musicalización por Craig Armstrong
Edición por John Wright, Rick Shaine y Vincent Tabaillon
Producida por Marvel Studios y Valhalla Motion Pictures
Distribuida por Universal Pictures
Tras el cúmulo de opiniones encontradas por la controversial cinta de Hulk creada por Ang Lee en el año 2003, diversos cambios se suscitan en el último lustro respecto a las adaptaciones de comics a la pantalla grande.
Uno de ellos, y quizás el más trascendental, es la formación de Marvel Studios, quien ejerce un mayor control sobre su propiedad intelectual (a comparación de su etapa previa como Marvel Films).
Marvel emprende un ambicioso proyecto fílmico sin precedentes, al construir un universo de ficción que pretende emular la interacción tradicional de su línea de comics. Guiños, caracterizaciones y elementos visuales son compartidos para construir un crescendo narrativo en diferentes cintas, dando como resultado una experiencia que para los fanáticos del arte secuencial y el cinéfilo tradicional le resulta particularmente curioso, atractivo y trepidante.
Para el caso de The Incredible Hulk, se emprende una labor de rescate, desechando completamente el material previo y haciendo hincapié en retomar aquello que hizo que el personaje quedase grabado en la conciencia colectiva del público mainstream, es decir, la memorable serie de televisión de 1978 a 1982.
Con aspectos audiovisuales firmemente posicionados dentro de la cinta — desde el trágico experimento con Rayos Gamma que transforma a Bruce Banner en el monstruoso gigante esmeralda, pasando por la naturaleza nómada del personaje y la presencia del inolvidable Lou Ferrigno en el cast — The Incredible Hulk convence y otorga un nuevo punto de entrada a la audiencia.
Aún así, la cinta sigue siendo una experiencia incompleta. Zak Penn, cuyo track record nos habla de múltiples libretos reescritos por terceros, entrega quizás su mejor trabajo como guionista, aunque de nueva cuenta su obra es objeto de edición, esta vez por el propio protagonista Edward Norton (a quien le fue negado el crédito por el Gremio de Guionistas de América).
Esta compleja colaboración nos da como resultado brillantes momentos de intriga y volatilidad, pero flojos instantes dramáticos, en los cuales Norton y Liv Tyler (quien interpreta a Betty Ross, interés romántico de Banner) no logran embonar y ser un balance adecuado para las secuencias de tensión y ultraviolencia complementarias, las cuales son presentadas de forma atractiva por el director Louis Leterrier — con experiencia en action films como The Transporter, Transporter 2 y Unleashed.
De igual forma, la participación del reparto de apoyo no destaca en el film: William Hurt (como el General Ross) y Ty Burrell (como Leonard Samson) no tienen el punch necesario para hacer vibrar con tintes dramáticos al conflicto entre ellos y Bruce Banner. Tim Roth parece actuar bajo freno de mano, sin darle rienda suelta a los destellos de ambición y thrill-seeking que su personaje de Emil Blonsky/The Abomination esboza durante el film.
La película en su tercer acto falla sobremanera al develar sin impacto alguno el misterio del benefactor de Banner, Mr. Blue (un guiño a la saga de comics escrita por Bruce Jones dentro de la serie de Hulk), cuya injerencia en la trama termina por diluirse.
Esto nos deja solamente con vistosas y espectaculares batallas en las que Hulk nos brinda los momentos que la anterior cinta nos quedó a deber. Los preámbulos de nerviosismo previos a la transformación de Banner en el Hombre Verde son el punto fuerte dentro del film, donde Norton ofrece desplantes sólidos que nos recuerda a sus papeles de personajes desequilibrados e impredecibles como en Primal Fear, American History X y Fight Club. Este alto grado de identificación entre Banner/Hulk y el público es lo que lleva a buen puerto a la cinta.
En su desenlace, la película teje diversos story threads que crean una expectativa muy interesante para los fans incondicionales de estos personajes. Además de diversas referencias tangenciales a elementos visuales y conceptuales propios de los comics de los Hombres X y Captain America, la cinta trae un epílogo que crea un puente narrativo con Iron Man — la exitosa primer cinta producida por Marvel en el mismo año 2008 — y el cual nos ofrece un atisbo más hacia el inevitable estreno de la película de The Avengers, en el año 2012.
The Incredible Hulk confirma la promesa de Marvel Studios como una empresa comprometida en crear un universo de entretenimiento fílmico rentable. En el caso de este film, se tiene un experimento enfocado en complacer a las audiencias casuales en base a proponer un paseo nostálgico, lleno de emociones fuertes, y reconquistar a los fans de los comics, tomando los elementos narrativos tradicionales para dejarlos en una zona de confort que minimice cualquier indicio de protesta.