The Brood | Canadá, 1979
Escrita y dirigida por David Cronenberg
Reparto: Oliver Reed, Samantha Eggar, Art Hindle y Cindy Hinds
Cinematografía por Mark Irwin
Musicalización por Howard Shore
Edición por Alan Collins
Producida por Canadian Film Development Corporation
Distribuida por New World Pictures
De entre todas las obras cinematográficas del realizador canadiense David Cronenberg, The Brood es la pieza más personal y siniestra de todas, en la cual matiza atmósferas verdaderamente espeluznantes, inquietantes y provocativas que nos muestran un nivel de refinamiento en su manera de acercarse al horror de forma tanto visceral como cerebral.
The Brood no se suscribe a los character pieces de su posterior filmografía ni al impacto sociológico de una patología extremista. Cronenberg apuesta por lo interno, lo que se esconde en el subconsciente y lo adereza con esa obsesión por la observación pseudo-clínica/pseudo-científica para conciliar su fijación por el sexo opuesto y los significados, actitudes y símbolos que expresa su mera existencia, ya sea como acompañante, colega profesional o en igualdad ante el género masculino y las reacciones que provoca sobre él.
The Brood combina genialidad y teatralidad en la persona de Oliver Reed (quien ofrece los 10 minutos más electrizantes de su carrera), así como genuina incredulidad, volatilidad y reclamo con el performance de Art Hindle para establecer un punto de inflexión en el intento de comprender a la mujer, en donde Samantha Eggar nos regala una breve pero agudísima actuación tanto distante, gentil, sombría y a la vez completamente desquiciante, creando como resultado un exquisito cypher que Cronenberg intenta explorar bajo los parámetros del cine de género, y cuya historia surge durante su turbulento divorcio y pelea por la custodia de su hija. Cronenberg combina el amor hacia la fragilidad infantil con escenas perturbadoras en las que el común denominador es la violencia física, acuñada en esta cinta como “the shape of rage”, un calificativo acertado e incomparable que le da una fuerza tanto dramática como terrorífica.
Si en The Fly la transformación física es llevada a niveles melancólicos, The Brood es su contraparte maliciosa, sin tapujos y cuyo objetivo es la destrucción de quienes se entrometen en una (torcida) unidad familiar que se colapsa poco a poco.
El excesivo tormento físico y psicológico que Cronenberg somete sobre su cast (en especial las atroces explosiones de agresividad alrededor de la pequeña Candice Hinds) le da un poder inusitado a su realización, siendo quizás la muestra más peligrosa de su ya mítico ‘body horror’, en donde la forma humana se distorsiona sutilmente pero con gran resultado para estremecernos. No en balde esta cinta fue condenada en su momento por los críticos más emblemáticos dentro del cine contemporáneo, pero que en retrospectiva su mensaje, su palpable inquietud e intento ha sido decodificado por los entusiastas del género y la han rescatado del olvido y obsolescencia, elevándola a niveles de culto y cuya manufactura se distancia por completo de muestras fílmicas más gráficas y bizarras, que palidecen al ser comparadas con esta película.
Así, The Brood trasciende, siendo una pesquisa inteligente alrededor de las diferencias entre los seres humanos las cuales nos hacen separarnos unos de los otros, y las impactantes fracturas que la ausencia del afecto provocan en nuestro cuerpo y mente.
2 thoughts on “The Brood”
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A mi gusto, es la mejor de todas las películas de Cronenberg, que en general es un director bastante bueno, aunque sus últimos trabajos no han sido tanto de mi agrado. Muy buena reseña.