Entre 2004 y 2013, la editorial Marvel Comics dio un salto de fe y le encomendó al autor independiente Brian Michael Bendis el revitalizar a una franquicia venida a menos. Bajo su pluma, el comic de Avengers cruzó un periplo de gran riesgo y controversia, con historias repletas de momentos tanto memorables, emocionantes e infames, que catapultaron tanto al autor, el propio comic y a la publicadora a un cénit narrativo y de ventas sin precedentes, creando relatos definitivos para toda una generación de lectores. La siguiente es una amplia retrospectiva a uno de mejores comics comerciales dentro del siglo XXI.
“And I said, ‘Hey, yeah, why aren’t Spider-Man and Wolverine on the Avengers?’ And Tom Brevoort turned purple and almost killed me.
And Bill Jemas said, ‘That’s it! They’re on the Avengers!’
And then it turned into this big fight in the room about, ‘No, they’re not Avengers!’ And people started yelling. And when everyone starts yelling at each other, all Bill sees is dollar signs.”
— Brian Michael Bendis.
50 años han pasado desde el debut de los Vengadores en el llamado noveno arte y nunca un escritor había amasado una obra tan robusta para esta franquicia como Brian Michael Bendis. Con una friolera de 232 guiones publicados, esparcidos en múltiples títulos de periodicidad mensual, tomos individuales y series limitadas, reafirman no solamente un prolífico body of work sino que consolidan la mejor época en cuanto a éxito comercial que ha tenido este concepto como propiedad intelectual y multimedia.
Es su extraordinario talento para manejar obras de gran contenido emocional, acción de alto octanaje e inigualable estilo en el manejo del diálogo interno y conversacional lo que lo sitúan entre los maestros modernos dentro del arte secuencial.
Todos estos elementos se pueden encontrar a la vuelta de cada página en sus comics de los Avengers, superando con ello un amplio escepticismo del público en la construcción de un legado que se extiende a casi 9 años de trabajo que siempre dieron de qué hablar.
No obstante, y como en toda gran manifestación de las artes, una pizca de serendipia es siempre necesaria, y esta obra no está exenta de ella.
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LA CASUALIDAD, EN PROPORCIONES ÉPICAS
Se dice que Tom Brevoort, en ese entonces Editor responsable de la línea editorial de “Marvel Heroes” — y compuesta por publicaciones como Avengers, Captain America, Thor, Iron Man, Fantastic Four, Thunderbolts, entre otros — ya tenía en mente un plan para impulsar a un convaleciente título de los Vengadores, en ese momento bajo el tenor del siempre polémico Chuck Austen quien, tras escribir y dibujar el interesante aunque genérico U.S. War Machine se convierte en un auténtico imán para la controversia y la ira de los fanboys, cuyas incendiarias reacciones a su trabajo al frente de X-Men y del propio Avengers prácticamente lo conducen a un retiro voluntario del medio. En términos generales, Marvel requería de un tratamiento no solamente cosmético sino quirúrgico y de emergencia para enmendar este aparente daño.
La posición de Brevoort en Marvel es ambivalente para muchos, ya que es visto como un hardcore fan y tradicionalista enérgico que debe ser convencido completamente con datos duros, continuidad y referencias a la mitología de la ficción serializada para poder aprobar nuevos proyectos, o bien como un flexible facilitador para el cambio y ávido de escuchar propuestas interesantes (en verdad me inclino más por lo primero). Quizás nunca sabremos la verdadera opinión de este longevo profesional de la industria una vez que le es presentada (o impuesta) por la cadena de mando la opción de tener a Brian Michael Bendis en el título, y mucho menos debido a la forma tan peculiar en la que se da su entrada al mismo.
La leyenda, aderezada de comedia por parte de aquellos involucrados, nos dice que en una reunión general entre guionistas y editores en Marvel en el año 2003, tanto Mark Millar como Bendis – los respectivos escritores de Ultimate X-Men y Ultimate Spider-Man, los más importantes best-sellers de esta casa editora – comenzaron a expresar abiertamente su opinión respecto a los comics publicados en ese lapso de tiempo. En uno de esos momentos embarazosos cuando todo el mundo se calla y el único que habla eres tú, el cuarto queda pasmado ante la conversación entre estos dos sujetos.
En el caso de Bendis, se le hacía extraño encontrar a personajes de segunda categoría que quería usar para su serie de detectives Alias y ver que eran nada menos que miembros de los Vengadores. Solamente alguien como Geoff Johns podría hacer funcionar a un grupo segundón en un título que clama tener a los “Héroes Más Poderosos de la Tierra”, decía.
Ante la evidente pérdida de lustre para un equipo de superhéroes como éste, viene la pregunta más lógica: ¿por qué los personajes más poderosos y más populares de Marvel no forman parte de él? Millar recordó que cuando su colega Grant Morrison escribía a la Liga de la Justicia de DC Comics (de 1997 al 2000), en un principio le fue pasado un “edicto” el cual decía que nunca podría usar ni a Superman ni a Batman. Morrison, siendo el genio que es, preguntó acaso si ambos tenían a un agente publicitario al cual contactar y pedirle permiso.
La plática fue tomando tonos más jocosos e interesantes: para Millar, en su infancia bajo la depresión y pobreza glasgowiana, lo mejor era comprar el comic de Justice League ya que, por unos cuantos centavos, podías tener a 10 héroes por el precio de uno. Ante esto, Bendis exclama repentinamente, “sí, ¿por qué los Avengers no tienen a lo más cool? ¿Por qué Spider-Man y Wolverine no están en los Avengers?”
Era obvio que estos autores tenían los blasones para hablar al aire y ante un grupo de editores y colegas suyos sobre el estado de la industria y lo que les gustaría hacer, pero ese comentario, esa pregunta, era pasar un límite. Era una proverbial blasfemia. Los Avengers son el Capitán América, Hulk, Iron Man, Thor. Es un club en el que no hay lugar para cosas tan banales, tan comerciales, como Spider-Man. Ni mucho menos Wolverine, al que sólo le faltaba aparecer ahí para pasar lista en todos los comics de la Marvel y abaratarlos por completo.
“¡SPIDER-MAN JAMÁS SERÍA UN AVENGER!” se escucha decir. Tom Brevoort, a decir de Bendis, quería matarlo – él lo niega rotundamente, por si querías saberlo. Bill Jemas, en ese momento Presidente de Marvel, vocifera: “¡Hecho! ¡A los Avengers los dos!”
Y fue durante unos buenos 20 minutos que esa sala de juntas se convertía en el micro universo del fanboy. Pandemónium total. Si esta hecatombe se provocó en un grupo minúsculo, imaginarlo en conversaciones a través del Internet y en las tiendas especializadas, no parecía tan descabellado. Repentinamente, a Bendis le llega una auténtica epifanía, viéndose a sí mismo con las ideas suficientes para llenar de grandes historias a las páginas de los Vengadores, a medida que se hacía una meleé histórica en las oficinas de Marvel. El Editor en Jefe Joe Quesada y Bill Jemas sólo veían billetes verdes caer a sus pies.
La reunión termina, y la decisión está tomada. Sin embargo, el escritor afirma que sólo fueron comentarios al aire, y le hace ver a Millar que su agenda está completa con lo que tiene a su cargo. Pero las ideas que dieron forma a lo que hoy conocemos como Avengers Disassembled estaban claras en su mente desde ese momento: Tragedia. Muerte. Destrucción. Drama. Y con ellas un nuevo comienzo.
Aunque siempre hay un “pero”: estaba muerto de miedo. Este era el primer comic que leyó en su infancia. Conocía cada relato, cada epopeya, los clásicos inolvidables y a los profesionales que escribieron y dibujaron para este longevo título. La noción de estar a cargo de esa historia, de ese legado, lo intimidaba. No solamente era estar durante seis meses, deshacerse de todo e irse sin explicación, sino que se trataba de un compromiso, de un plan a largo plazo. Había que estar ahí y enfrentar ese reto.
Estaba claro que él no podía desistir, ser cordial con Millar y regalarle la oportunidad. En sus adentros sólo era “Tú ya tienes a los Ultimates, cabrón. Quiero esto. Por Dios, ¿cuántos comics de Avengers necesitas?” Y todos sabemos que de broma en broma la verdad se asoma:
Two minutes later, I was thinking, “Shit! I want the Avengers.”
En una auténtica situación de ganar-ganar, Quesada reconoce la insistencia de Bendis y le confiere finalmente esta responsabilidad, contando además con carta blanca para trazar el camino de los personajes sea cual fuere, y siendo las únicas condiciones la presencia tanto de Spider-Man y Wolverine, tal y como se sugirió originalmente.
Pero reconstruir al equipo de las cenizas implicaba caras nuevas, situaciones distintas y sorpresas inesperadas para los lectores. Tenía que sentirse como un producto completamente diferente a lo acostumbrado, que derribara tabúes y despertara la polémica. Afortunadamente y a pesar de que muchos fanboys se nieguen a reconocerlo, el cambio de roster es la tradición más antigua de los Vengadores.
Es en el propio tomo #16 de esta serie y publicado en 1964 cuando se da la primera sacudida de importancia en la alineación del equipo. Es el genio de Stan Lee, creador de todo este catálogo de personajes que adoramos y seguimos, quien construye un nuevo status quo al reemplazar a los miembros fundadores con el trío de Hawkeye, Scarlet Witch y Quicksilver. ¿El toque maestro? todos eran súper villanos en busca de la redención.
“This was just outside the first year of the book, and Stan set up a situation where this title can reinvent itself when it needs to. I’m sure, the people who were reading the books at the time, did what we’re pretty used to seeing today… ‘What, who? Quicksilver? What the fuck?’ It was such an out there choice, but in that issue, Stan put his foot down, and showed why the Avengers wasn’t the Justice League. This was something else.”
Es decir, para hacer historia nueva hay que mirar atrás y aprender de la misma: este grupo de bienhechores, acostumbrados a cismas de gran repercusión, se encuentran de nueva cuenta en una encrucijada que permite la entrada de sangre nueva, de otras ideas y puntos de vista. Así, personajes comerciales como Spider-Man y Wolverine se unen a este grupo para formar una mezcla más que interesante.
Pero esto no es suficiente. Se requieren más sabores para que esta receta adquiera un mejor sazón. Para ello, se establece una narrativa sumamente original y desafiante para justificar una inusual combinación de ingredientes en este nuevo platillo.
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NUEVOS VENGADORES, ¡PORQUE TÚ LO PEDISTE!
“Breakout” es el arco argumental que inaugura esta nueva era y que comprendió los primeros seis tomos de New Avengers, un título que se presentó en el mercado bajo una atrayente y enigmática portada ilustrada por David Finch, una imagen la cual con el paso del tiempo se ha vuelto tanto icónica y objeto de parodias y homenajes al por mayor, ocultando bajo una tormenta eléctrica y sombras en tonos rojizos al nuevo equipo. Finch sería el primero de un selecto ensamble de ilustradores cuyo trabajo engalanó a cada entrega de este comic, siendo su mejor cualidad el plasmar bajo la página impresa escenografías de naturaleza épica, resaltando sobremanera todos sus splash pages y establishing shots, además de que las portadas de los tomos subsecuentes (del #2 al 13) se muestran al más puro estilo del poster cinematográfico, en donde cada comic trasmite el look & feel de un auténtico blockbuster de acción veraniego.
“My prediction right here, right now: NEW AVENGERS #1 will sell in at no less than the top three for the industry—bad reviews and whatnot.”
— Bendis.
Parte fundamental del éxito rotundo de New Avengers #1 (240,724 copias vendidas al cierre del mes de diciembre de 2004) es que se concentra exclusivamente en personajes ajenos al mito clásico de este grupo, toda una novedad que es tanto curiosa como atrayente, y que sería la tónica permanente a lo largo de su existencia. Para muestra basta repasar la trama con la que inicia este primer capítulo: en una reunión clandestina, un benefactor de identidad desconocida contrata al súper villano Electro (un enemigo clásico de Spider-Man) para provocar una fuga masiva en la prisión de máxima seguridad de “The Raft”, ubicada en Nueva York y bajo la jurisdicción del organismo mundial de inteligencia S.H.I.E.L.D. El motín se suscita al mismo tiempo que los abogados Matt Murdock, Foggy Nelson y su guardaespaldas Luke Cage – y escoltados por la agente especial Jessica Drew, alias “Spider-Woman” – realizan una visita oficial como la defensa jurídica de un prisionero en particular. Tras un inspirado monólogo de Electro, éste drena toda la energía eléctrica en Manhattan para lanzar un relámpago fulminante y así desatar un insólito caos y la fuga de criminales más importante en años. La prisión es sellada inmediatamente, por lo que Murdock y compañía se ven atrapados a escasos metros de la celda que encierra a su cliente: Robert Reynolds, el superhéroe conocido como Sentry… quien está preso voluntariamente en la creencia de haber matado a su esposa, Lindy.
WHAT?!
Así es. Además de predecir atinadamente el lugar preponderante en el escalafón de ventas para su obra, Bendis confecciona en New Avengers #1 una situación extrema que exige a un grupo dispar de bienhechores a reaccionar rápidamente, de manera conjunta y bajo presión.
Aún y cuando conjuga a personajes favoritos y de culto tales como Spider-Woman y Luke Cage (de los cuales el autor es un fan asiduo), y relativamente nuevos como Sentry – creado por el británico Paul Jenkins en la miniserie homónima y publicada en el año 2000 – Bendis es criticado por formar lo que en su momento se le llamó “La Liga de la Justicia de Marvel”, en alusión al súper-equipo publicado por la editorial rival en el mercado, DC Comics, aún y cuando esta decisión creativa es acorde a la longeva práctica de la rotación constante en la membresía de los Vengadores.
Los siguientes cinco tomos aumentan tanto las emociones como las sorpresas y personajes invitados: El apagón en Manhattan llama la atención de Spider-Man, mientras que Captain America y Iron Man aparecen cada uno por cuenta propia. Sentry se une también a la batalla y logran contener la fuga en solamente 42 prófugos. De alguna u otra forma, Cap siente que está viendo a una nueva encarnación de los Vengadores en acción, unidos por el destino para detener a aquellos enemigos que nadie más puede hacerlo. Todos, con excepción de Murdock (a quien Bendis seguiría escribiendo en el comic de Daredevil), aceptan la propuesta del Capitán para formar un equipo. Es aquí donde se pone de manifiesto la excelente calidad de este guionista para construir intercambios sumamente divertidos, cándidos y aterrizados en los cuales estos personajes se ven sorprendidos, honrados y abrumados por formar parte de la leyenda de esta agrupación. En pocas páginas, el autor logra dominar la voz interior y exterior de todos ellos para darles un sello distintivo, desde el enérgico y vocal Luke Cage, pasando por el evidente complejo de inferioridad que azota a Jessica Drew; el nerviosismo, pesadumbre y sentimiento de culpa que se esconde en un velo de aparente valentía de Spider-Man; el orgullo, brillantez y sagacidad de Tony Stark; la seguridad y don de mando del Capitán América y la ferocidad, actitud cínica y pragmatismo de Wolverine.
De esta meleé que los Vengadores contienen surgen detalles siniestros y que proveen de forma y fondo al plot: la misión encomendada para Electro era extraer de la cárcel al criminal Karl Lykos, el mutante conocido también como Sauron, quien es llevado a su vez a la fantástica y peligrosa jungla de la Tierra Salvaje, un sitio con largo historial en las publicaciones de Marvel. Además, tras analizar reportes clasificados de S.H.I.E.L.D., los héroes se enteran de que muchos de los fugados tenían registros oficiales tanto de desaparición como de defunción. Aparentemente, S.H.I.E.L.D. se traía algo entre manos.
El grupo emprende el viaje a la Tierra Salvaje, encontrando en su camino a Wolverine, quien realizaba pesquisas por cuenta propia (en un breve guiño en el guión a los eventos recientes de otra obra de Bendis, Secret War). Todos se dan cuenta de que una facción renegada y encubierta de S.H.I.E.L.D. – y liderada por la mortífera doble-agente Yelena Belova – realiza perforaciones ilegales para extraer el valioso mineral de Vibranium para su contrabando. María Hill, nueva Directora de S.H.I.E.L.D., decide bombardear el sitio completamente y ‘darle carpetazo’ al asunto.
Los héroes, aún inconformes en cómo se dieron las cosas, cortan lazos de cordialidad con esta agencia de seguridad y se trasladan a lo que será su nueva casa: la Torre Stark, una maravilla arquitectónica que a la postre sería inmortalizada en la película de Avengers, dirigida por Joss Whedon en el 2012. Desafortunadamente para estos bienhechores, la lealtad de Spider-Woman se torna cuestionable, ya que se reúne en secreto con un tercero para filtrar información tanto de S.H.I.E.L.D. como de los propios Vengadores.
La historia culmina con la agente Belova, dejada a su suerte y traicionada por S.H.I.E.L.D. Sin embargo, ante ella se presenta una misteriosa organización que le ofrece una oportunidad de revancha que ella acepta gustosa.
Así, New Avengers empezó a formar una tónica narrativa completamente distinta a cualquier historia de superhéroes en el mercado. Cual lata de gusanos, en cada una de sus próximas aventuras emergen terribles secretos y sutiles pistas que esconden una verdad más grande, una amenaza de mayores proporciones que, lentamente, van envolviendo a estos Nuevos Vengadores en la confusión, desconfianza y paranoia.
Aunque cabe señalar que Bendis – consciente de que estaba gestando un plan a largo plazo – no mostraría sus cartas a las primeras de cambio, y lo que hizo en su lugar fue desarrollar unas muy interesantes tangentes que incrementaban tanto el suspenso como el sentido de estar viendo algo nuevo a los ojos de los lectores: tras enterarse de que existe algo maligno dentro de S.H.I.E.L.D., los Vengadores poco a poco van siendo distraídos de sus pesquisas, guiando su atención hacia otros problemas tales como la reaparición del héroe Sentry en este universo de ficción.
El caso de Sentry sería una grata sorpresa en los años venideros, saliendo a la palestra como uno de los personajes más polémicos para los fans de los comics de la Marvel. Es Bendis quien, asombrado por que estos personajes de reciente creación nunca han sido tomados en cuenta por otros guionistas, le pide permiso a Paul Jenkins de usar a Bob Reynolds. Gustoso, Jenkins acepta, lo que a la postre le da la oportunidad de volver a escribirlo en una nueva serie limitada (y dibujada por John Romita, Jr. en el ciclo 2005-06), ampliando los detalles acerca de su origen y añadiendo más capas de dramatismo y tragedia a su muy particular historia.
New Avengers #1—El primer tomo de esta serie reúne a un grupo inusual de héroes, acorralados durante una fuga de reos en una prisión.
En New Avengers #7 al 10, Bendis nos hace ver que este héroe, desaparecido tras los eventos de su primera serie limitada – publicada en 2000-01 y cuya conclusión establece que el mundo entero no recuerda nada acerca de él – cree que ha asesinado a su esposa. Sufriendo de agorafobia y aterrado por liberar por completo su poder, Sentry es encontrado por los Avengers en el peor de los momentos. Es la aparición del mismo Jenkins en el comic donde nos damos cuenta de que este personaje ha sobrevivido en la memoria colectiva sutilmente a través de comics impresos, que hacen un recuento de sus epopeyas en el “Universo Marvel” a cuatro colores, un detalle que provocó una reacción agridulce en los fans, pero que demuestra nuevamente que Bendis usaría este título no solamente para darle un vuelco a las tradiciones de los Vengadores, sino en darle rienda suelta a un estilo que enaltece sus influencias más importantes, siendo en este caso la meta-ficción propia de un Grant Morrison, quien siempre ha ponderado la fuerza que ejercen los comics en el mundo real y viceversa, una reacción recíproca en la interface entre lectores y personajes.
Siendo un facsímil del mítico Superman, Jenkins y Bendis confeccionan atinadas diferencias que le dan un toque sombrío a Sentry, alejándolo por completo de comparaciones odiosas y acercándolo más a orígenes al “estilo Marvel”, propios de un Spider-Man de Stan Lee, y más empapados en la tragedia que en el éxito que brinda el heroísmo.
New Avengers #2—¿Podrán Captain America y Spider-Man contener el motín de supervillanos? Además, el misterioso Sentry toma una decisión.
Así, el magnánimo pero frágil Sentry comparte un alter ego diabólico, “The Void”, que es la manifestación aberrante de sus poderes si son desbocados en su totalidad, y un personaje que se volvería sumamente importante cuando Bendis inicia su tenor como autor en el comic de Dark Avengers en el 2009. Este ente maligno empieza a exigir una salida de la mente de Reynolds, y no es sino hasta que recibe una terapia telepática por parte de Emma Frost (personaje clásico en la mitología de los Hombres X), que nos enteramos que este bienhechor se ha sido condicionado por sus enemigos para acrecentar en su mente inseguridad, paranoia y trastorno disociativo, que lo mantiene alejado del mundo y sin poder despertar el ideal heroico en la persona de Sentry.
“So I called up Paul and said, ‘If you don’t want me to do this, I won’t do this. But wouldn’t it be great if the Sentry was in the Avengers?’ And he went, ‘Finally! I’ve been waiting for five years for someone to take him’. I loved the Sentry. I thought it was a great piece of metafiction. I thought it would be a challenge to put this Superman-level character who is agoraphobic and has split personalities into the Marvel Universe.”
— Bendis.
Esta historia en particular es una de las más interesantes y más criticadas a la vez, dada su naturaleza insular dentro de la gran saga que ha tejido Bendis sobre los años, y al desarrollarse por completo en un vecindario común y corriente, en donde los Nuevos Vengadores se las ven negras para poder derrotar a un enemigo de poca monta como The Wrecker, un villano quien en ediciones previas en el comic de Avengers siempre ha sido mostrado como carne de cañón, un bufón, un costal de boxeo al cual se le aplican tundas y es puesto tras las rejas constantemente. Es evidente que la desaprobación generalizada era la constante durante estos primeros años del comic.
New Avengers #3—Captain America encuentra una señal de esperanza para crear unos nuevos Avengers. El reclutamiento comienza.
Ilustrado por el sensacional Steve McNiven, este segundo arco argumental muestra instantes de normalidad siendo invadidos por set pieces monumentales, apocalípticos e inusuales, así como drama personal entregado con precisión en el lenguaje corporal de los protagonistas. McNiven da preferencia a un estilo más pulcro y ávido de gran colorido, a diferencia de un Finch quien carga de sombras y de lúgubres pero efectivos settings a sus comics. Hablamos sin duda de dos consumados storytellers quienes proveen al comic de una interesante y provocativa variedad en la composición de escenas.
A pesar de la simplicidad de esta historia, que sirve de (excelente) excusa para traer a la luz a Sentry, contiene lo que a la postre sería un recurso narrativo sin precedentes dentro de los comics de Marvel: la presencia de un conglomerado de personajes quienes, siendo los más influyentes y con los medios intelectuales y políticos para marcar diferencias y trazar la dirección del mundo, se atreven a jugar a ser juez y parte en eventos de magnitud tanto individual como cósmica. Así, Iron Man, Mr. Fantastic, Namor, Black Bolt, Dr. Strange y Professor X se convierten en el equivalente de los “Illuminati” en el mundo del comic, y cuyas aventuras, secretos, rivalidades y traiciones mutuas serán claves para forjar nuevos y retadores rumbos en la narrativa que Brian Michael Bendis impone en este título.
New Avengers #4—Donas. Superhéroes. Mientras encontramos sus semejanzas, los Nuevos Vengadores empiezan a indagar los motivos tras la fuga de supervillanos.
Concurrente a la historia de Sentry en New Avengers, Marvel ve la oportunidad de entrelazar a las franquicias más importantes, Avengers y X-Men, en un crossover de repercusiones cataclísmicas: House of M, y sobre el cual hablaremos a detalle en nuestro siguiente comentario sobre la Era Bendis.
Tras el término de House of M, Bendis vuelve a centrar su atención (aunque en forma breve) en los problemas iniciales de los Vengadores con la “conspiración secreta” que se teje entre las sombras de la agencia S.H.I.E.L.D. Es en New Avengers #11-13 donde se expanden detalles que lejos de esclarecer añaden más elementos temáticos a este misterio, así como más protagonistas a esta mezcla sui generis de personajes nuevos y clásicos. Captain America busca disuadir al abogado Matt Murdock (el héroe de nombre Daredevil) de que los ayude a encontrar a uno de los villanos fugados de la prisión de “The Raft”: Silver Samurai (un viejo enemigo y aliado en la franquicia de los Hombres X). Cap pondera que la experiencia de Murdock en Japón puede ser útil para tal efecto. Murdock no desea inmiscuir a los Vengadores en la espiral sin fondo que es su vida, pero les recomienda a una persona allegada a él y de su plena confianza que los ayudará.
New Avengers #5—Wolverine aparece, y los Vengadores se acercan poco a poco a la verdad, a medida que avanzan dentro de la Tierra Salvaje.
David Finch regresa como artista para ilustrar esta muy entretenida aventura, empleando un frenético e híper detallado estilo para conjugar coreografías de acción verdaderamente sorprendentes. El contacto de Murdock, un encapuchado y artista marcial de nombre “Ronin”, se infiltra en la Mansión Yashida y casa de Silver Samurai, quien se reúne con la villana de nombre Madame Hydra, de un amplio historial en las publicaciones de Marvel. Como podemos ver, Bendis se empeña en utilizar a personajes fuera de la órbita tradicional de la franquicia con el objetivo claro de darle un sabor diferente a su relato en todo momento.
Bendis hace de Madame Hydra un interesante conducto para proveer de respuestas breves a los lectores de lo que está sucediendo alrededor de la trama: es ella quien le revela al Samurái que misteriosamente fue extraído de Japón para terminar en custodia de S.H.I.E.L.D. sin su consentimiento, y que fuerzas de gran peso están formando un círculo de poder muy peligroso, usando tanto al cártel terrorista de Hydra y a la propia S.H.I.E.L.D. para ese propósito, y que ambas organizaciones se han podrido por dentro. Silver Samurai hace la pregunta obvia: ¿Quién es el responsable? Madame Hydra no le dice nada hasta que pueda confiar en él. El plot se mueve lento, pero seguro.
New Avengers #6—Los Vengadores abren una lata de gusanos que los coloca en una posición delicada. La aventura en la Tierra Salvaje concluye.
La presencia de Ronin es una verdadera revelación en este comic, con un atractivo diseño oriental y mortífera actitud en el arte marcial, y cuya robusta figura esconde a la perfección quién se encuentra detrás de esa máscara. Siendo perseguido por el culto ninja de The Hand (cuya presencia se remonta a los comics de Daredevil de los años ochenta), y contratados por los contactos de Silver Samurai para protegerlo, Ronin se encuentra en aprietos, siendo éste el evento que detona la aparición de los Avengers en este conflicto.
Los Nuevos Vengadores dejan al Samurái libre a cambio de llevarse a Madame Hydra en custodia. Es de esta manera que Bendis establece situaciones de alto riesgo: es la propia Madame Hydra la que tiene bajo su control a Spider-Woman, obligándola a formular un escape para ella sin ser descubierta como la triple-agente que es. Sus obligaciones y lealtades se pondrán a prueba una vez concluido este arco argumental.
New Avengers #7—Varios héroes se reúnen para discutir la aparición de los Nuevos Vengadores, así como responder a esta pregunta: ¿Dónde está Sentry y porqué nadie podía recordarlo hasta ahora?
El misterioso Ronin se ofrece a continuar su agenda en Japón, ya que hay rumores de que Elektra Natchios (otro personaje de gran trayectoria en Marvel) ha retomado el control de The Hand. El encapuchado revela su identidad ante todos: se trata nada menos que de Maya López, la mujer conocida como Echo, siendo ella una adición reciente al catálogo de héroes de esta editorial. Creada por el destacado guionista e ilustrador David Mack en el comic de Daredevil (alrededor de 1999-2000), López se consolidó como una mujer de armas tomar, enigmática y con reflejos fotográficos que la vuelven todo un peligro, siendo su sordera y su ascendencia Navajo un sello distintivo que la coloca en un pedestal aparte entre las heroínas publicadas por esta casa editora.
“David Mack is one of my oldest and best friends and when he and Joe Quesada created Echo, I was like, ‘Oh it’s a female Taskmaster with this great Indian mythological origin. I’m like, ‘God damn that’s a great character.’ It’s so rare that you see that and go, ‘Wow that’s really new’. She comes from that list of characters with sordid pasts trying to make good like Hawkeye and Black Widow. You get another girl on the team and you get someone of an ethnic background that you don’t see a lot of in comics.”
— Bendis.
El autor haría un largo paréntesis antes de volver a escribir a Ronin/Echo, ya que no la volvemos a ver hasta la publicación de New Avengers #27 (en Febrero de 2007). Es hasta ese punto donde la conspiración al fin tomará forma definitiva, además de redefinir el rol del propio Ronin tanto como concepto y razón de ser en la mitología de los Vengadores contemporáneos.
New Avengers #8—The Wrecker ha regresado y los Avengers lo enfrentan. Mientras tanto, los comics del Sentry albergan verdades absolutas.
Una vez que Maya López es inducida en esta gran saga, Bendis decide voltear ahora hacia un personaje por el cual tiene un gran afecto: Spider-Woman. Es a través de varias ediciones impresas y bajo su pluma que descubrimos no solamente a su verdadero pasado, sino además las razones acerca de cómo pierde y recupera posteriormente sus poderes (e incluyendo un giro de tuerca bastante audaz). Con una dirección narrativa más clara, el autor posiciona a la Mujer Araña en un atractivo character arc sobre el cual su relación con los Vengadores se estudia detenidamente, y a la vez que se descubre su estatus como triple-agente, detonando un conflicto de intereses de consecuencias importantes y con gran dramatismo.
El aprecio hacia esta súper heroína por generaciones enteras de fans tuvo su génesis tanto en el comic original publicado en la década de los 70s—e ilustrado por un consagrado del comic como Carmine Infantino—como en su serie animada para la televisión en 1979-80. Su actitud valerosa y de amplios recursos, con gran presencia visual y sex appeal fueron factores cruciales que le brindaron el éxito simultáneo en la pantalla chica y en el arte secuencial, y que al día de hoy la sitúan como un personaje de culto muy trascendente.
New Avengers #9—Sesión psíquica en progreso: Emma Frost diagnostica a Sentry, y lo que encuentra en su mente no es grato.
Pero este amor platónico entre el escritor y Jessica Drew se remonta no solamente a sus días como lector de comics y televidente: fue en los años en los que Marvel tenía oficinas en la Costa Oeste de los Estados Unidos (1994-95), cuando un debutante Brian Michael Bendis decidió enviar una propuesta para el entonces gerente Mark Panicchia. Acompañado del ilustrador Rick Mays, “Spider-Woman” el comic fue en aquella época una idea muy distinta a lo que el autor ejecutó cerca de una década después en “New Avengers”. Para su mala fortuna, la propuesta llegó al mismo tiempo en el que dicha sucursal cerró sus puertas, dejando este sueño en el tintero de las ilusiones.
Pero no sería la última vez que Bendis intentó escribir a este personaje. Fue durante la concepción del comic de detectives “Alias” que la protagonista de dicho título no sería Jessica Jones, sino la propia Jessica Drew. Dicho concepto en principio sonó interesante, pero a final de cuentas fue descartado completamente.
Una vez que Bendis recibió la oportunidad como guionista en los Vengadores, puso manos a la obra para reconstruir a una Mujer Araña venida a menos, y vaya que lo logró: fue en la edición especial de nombre “Giant-Size Spider-Woman #1” (y con arte del propio Rick Mays) en donde este atrayente arco argumental tomó forma: 6 meses atrás, Jessica Drew enfrentó una vida llena de mala suerte; habiéndose retirado como superhéroe, su actual empleo como detective privado raya en la intrascendencia, además de que sus peculiares poderes se encontraban en un estado menguante. Para su sorpresa, ella es contactada por un sujeto que se hace llamar “Conelly”, quien le ofrece la posibilidad de volver a ser quien era.
“Marvel came at me guns a blazin’. They know exactly how to hit my geek buttons. My first book at Marvel in ’94 or ’95 or so was to be a Spider-Woman series with art by Rick Mays. They offered me and Rick this little chance to relive what almost was. I couldn’t say no.”
— Bendis.
La segunda parte de este viacrucis continuó en New Avengers #14 y 15, e ilustrados por el súper estelar Frank Cho, quien tiene una particular fijación por resaltar lo curvilíneo y exuberante de la anatomía femenina; un estilo insignia que lo coloca en la actualidad en un nicho muy específico, y que Bendis aprovecharía con gran efecto tras la publicación del comic “Mighty Avengers” en 2007.
Yes, that.
Es Captain America quien logra sacarle una confesión a Jessica: Conelly la amenazó con matarla si no se convierte nuevamente en Spider-Woman e infiltrarse en S.H.I.E.L.D. como doble agente. Nick Fury, su contacto en la organización, le pide que acceda a esta coerción y recupere sus poderes nuevamente, ya que él le proveerá de información necesaria para que sobreviva a su arriesgada misión. Tras un cruento proceso de 17 meses – en los que se incluyen implantes de seno en lo que es una sugerente aunque gratuita imagen por parte de Cho – Drew recupera y mejora sus habilidades de Spider-Woman, y logra cumplir sus incómodos compromisos con Hydra y S.H.I.E.L.D., intercambiando datos sensibles, los cuales de alguna u otra forma parecían ser pistas de Bendis por desarrollar en futuros relatos, pero que como detalles individuales le ofrecieron un sabor muy especial a este dramático juego de espías:
- Hydra está apoyando a Saddam Abed Dasam, pero eso ya lo sabía Nick.
- Existe una iniciativa en S.H.I.E.L.D. de nombre “The God’s Eye”.
- Conelly posee la Llave Zodiacal. Eso no lo sabía Nick.
- Jessica descubre los motivos detrás del ultra secreto “Caterpillar File” (mencionado por vez primera en la serie limitada de Secret War).
New Avengers #10—El fin del mundo se avecina, y solo Sentry puede evitarlo, ¿podrá vencer sus miedos a tiempo?
De estos temas, solamente se retomó (muy brevemente) lo de la Llave Zodiacal en Dark Reign: Zodiac (una exquisita y anárquica miniserie por los talentosos Joe Casey y Nathan Fox en 2009), y el “Caterpillar File” en la compleja saga de superheroísmo y espionaje de Secret Warriors (2009-11).
Es en las páginas de New Avengers donde Bendis nos recuerda que Fury se ha vuelto un fugitivo (tras los lamentables sucesos de Secret War #5), y que Jessica queda desamparada tras la desaparición de su mentor. No obstante, este vetusto espía la contacta nuevamente, poniéndola en alerta acerca de los sucesos turbios que han enrarecido el panorama en S.H.I.E.L.D. y en el mapa global. Es el propio Fury quien intercede por Jessica ante los Vengadores, absolviéndola de toda responsabilidad de que su lealtad esté atrapada en tres frentes distintos. Bendis logra en forma convincente el transmitirnos ese escozor que envuelve a Jessica Drew, quien de nueva cuenta vuelve a ser el peón de agendas oscuras. Cho, por su parte, acierta con close-ups que denotan una cierta ternura que hace compadecernos ante la calamidad que azota a la protagonista, y que paulatinamente va suavizando la hostilidad inicial en la persona de Captain America.
New Avengers #11—Captain America continúa indagando sobre la conspiración. Mientras tanto, el misterioso Ronin hace su parte en el lejano Oriente.
En paralelo a la publicación de estos comics, Bendis emprendió junto al guionista Brian Reed la difícil tarea de alinear de una vez por todas a los confusos orígenes (¡tres!) de este personaje. Haciéndose acompañar por los ilustradores y hermanos Jonathan y Joshua Luna, ambos guionistas lanzaron al mercado “Spider-Woman: Origin”, una serie limitada de cinco tomos entre diciembre de 2005 y abril de 2006. Esta publicación representó la oportunidad de construir por vez primera un universo expandido para “New Avengers”, haciendo de éste último un comic capaz de generar material suplementario con amplia variedad temática, y le garantizó a la editorial los medios para la edificación de un acervo literario consistente y sostenido.
New Avengers #15 supone la entrada de un miembro más en el roster: se trata nada menos que de Carol Danvers, la heroína de nombre Ms. Marvel y toda una fan-favorite de gran presencia en la historia previa de los Vengadores. Frank Cho de nueva cuenta se da gusto con poses que resaltan su belleza, pero que obviamente resultan ser titilantes a más no poder. De una forma muy extraña, nunca se ha criticado en demasía la obvia objectificación que representa el sexo opuesto bajo los trazos de Cho, a pesar de ser un hot topic entre las mujeres que leen los comics de superhéroes en tiempo reciente. Al ser comparado con el estilo de una leyenda como el checo Alfons Mucha (que elevó a la inmortalidad a la figura femenina y a sus musas), a Frank Cho se le ha otorgado un aparente free pass entre la crítica especializada del noveno arte.
New Avengers #12—Los Vengadores llegan a Japón para ayudar a Ronin, quien está acorralado entre las fuerzas de HYDRA y The Hand.
Los Avengers se presentan ante el público de nueva cuenta, estableciéndose otra vez dentro del escaparate de superhéroes en el “Universo Marvel”, algo que a los ojos de Danvers es un buen augurio. A lo largo de diversos y cándidos intercambios entre los protagonistas, Bendis establece de antemano algo que será un recurso estilístico a emplear en todo momento: estos personajes no solamente son leyendas a cuatro colores, sino son seres humanos con sentimientos, miedos y particulares puntos de vista acerca del mundo que los rodea, con ideologías muy definidas que los ponen en conflictos de tipo ético y que comprometen su péndulo moral, que cuestionan órdenes y que ofrecen alternativas y soluciones a sus problemas no importando su dimensión; que ríen, sufren, lloran y aspiran a un semblante de vida digno, que son capaces de bajar de su pedestal para realizar actividades triviales y propias de la vida misma, que comparten la misma mesa y que disfrutan de su mutua compañía, abiertos a contarse anécdotas y soportar la convivencia diaria bajo un ambiente de respeto y tolerancia. Este tomo ofrece no solamente un descanso para los héroes sino un momento perfecto para que los lectores nos demos cuenta de esta honesta intención por parte del autor.
New Avengers #13—Spider-Woman toma una decisión de vida o muerte, cuando su lealtad es puesta a prueba por las fuerzas del bien y del mal.
Pero Bendis deja claro que aun y cuando estas experiencias le den un sabor especial a los Nuevos Vengadores de Marvel, el transcurso de sus días como equipo no serán nada fáciles, y que su unión será puesta bajo el escrutinio público como nunca antes. Una incómoda aunque divertida controversia con el tabloide sensacionalista del Daily Bugle y su editor, J. Jonah Jameson – enemigo a muerte y voraz crítico de Spider-Man – dejan claro que la opinión del ciudadano común sobre lo cuestionable que es tener a Vengadores de dudosa reputación como Cage, Spider-Man y Wolverine entre sus filas es un tema importante al cual Bendis nunca tuvo miedo a explorar a lo largo de sus guiones para esta franquicia, siendo esto una situación, una herramienta narrativa más que le otorgó a su obra un tono que fue inigualable durante toda su existencia, y que fue adquiriendo variantes a medida que los miembros del equipo cambiaban o se incrementaban, colocándolos en situaciones adversas y en el blanco de la crítica.
Giant-Size Spider-Woman—¿Qué es lo que lleva a Jessica Drew de pasar de Detective Privado a miembro de los New Avengers? Quizá la verdad no sea tan agradable.
Finalmente, la historia concluye cuando Jessica se reúne con Conelly en un bar, y le informa que tuvo que decir la verdad sobre su identidad encubierta, y la eventual reaparición y alianza de Nick Fury con los Vengadores. Él le asegura que esto le ha dado un día más de vida. Esta relación entre espía y benefactor prometía grandes desarrollos de personaje que desafortunadamente fueron diluyéndose a medida que los arcos argumentales más importantes tomaban el control de la obra, además de que el rol de Spider-Woman tomaría un giro inesperado y que le da un vuelco a su estatus en los Vengadores con el paso de los años.
New Avengers #14—La verdad acerca de Jessica Drew: ¿Agente de HYDRA? ¿Agente de SHIELD? ¿Avenger? La trama se complica cuando llega el momento de la confesión.
A pesar de haberse publicado concurrente a New Avengers #16 al 20, es importante señalar que el comic de New Avengers Annual #1 nos provee un colofón importante a este recuento que hemos hecho de los primeros tomos de la serie de los Nuevos Vengadores de Brian Michael Bendis, además de que temáticamente cierra algunos cabos sueltos del primer arco argumental, y deja el terreno preparado para relatos mucho más oscuros y pesimistas que contrastan sobremanera con las primeras entregas del título.
Con un arte sumamente dinámico, frenético y de gran verticalidad por Olivier Coipel, es en este Anuario donde se revela quién fue el misterioso benefactor que mandó a Yelena Belova a extraer recursos de la Tierra Salvaje: el agente Conelly de Hydra. Con la ayuda de los criminales científicos de A.I.M., le ofrecen a la ex espía una oportunidad para vengarse de los Vengadores. Con los poderes del androide “Super Adaptoid” (un enemigo clásico en el mito de los Avengers) podrá replicar las habilidades de los héroes más poderosos para lograr tal fin.
New Avengers #15—Carol Danvers, alias Ms. Marvel, les hace una visita a los Nuevos Vengadores, quienes se ven obligados a revelar su existencia al público.
Yelena aparece en Nueva York, preparada para saciar su sed de revancha. Luke Cage y Jessica Jones les dan las buenas nuevas a sus compañeros de que contraerán nupcias, un evento que Bendis ya venía gestando desde los últimos tomos de sus comics Alias y The Pulse en el período del 2004 al 2005. Uno a uno, el nuevo Super Adaptoid va tomando las habilidades de los Vengadores, derrotándolos fácilmente. Sin embargo, la pelea es detenida por Sentry quien, usando a su alter-ego “The Void”, logra someter a Yelena y la obliga a revelar su plan. Los Avengers sospechan de Hydra, pero antes de que ella diga algo Conelly ordena que la destruyan. Coipel hace un esfuerzo más que sobresaliente para detallar este combate entre héroes y villanos, siendo este tomo un throwback a la nostalgia de quienes extrañan ver a los Avengers en este tipo de situaciones. Su diseño de personajes es exacto y de gran versatilidad para combinar múltiples perspectivas a medida que cada Avenger hace lo suyo para combatir a su enemigo. El estilo de Coipel es a lo que yo llamo lo más cercano a combinar la estética visual y fluidez del anime de acción clásico (antes de la saturación del CGI) con los comics.
La conclusión a la historia le permite a Bendis cerrar una etapa de forma digna para sus personajes. Una vez contenida la amenaza, los Avengers se reúnen gozosos para celebrar la unión entre Luke y Jessica Jones (en donde Coipel dibuja al párroco con las facciones del inconfundible Stan Lee), sin saber que éste será uno de los últimos momentos de felicidad que tendrán como grupo. Así, el autor abre oportunidades narrativas muy interesantes para esta pareja, en donde la presión del compromiso familiar y las obligaciones como superhéroes ponen a prueba su amor durante el transcurso de esta gran saga.
New Avengers Annual #1—Yelena Belova está de regreso, buscando revancha contra los Vengadores. ¿Podrán vencerla y llegar a tiempo a la boda de Jessica Jones y Luke Cage?
De esta manera, se conjuga una verdadera revolución para una franquicia que ha visto lo mejor y lo peor en un lapso corto de tiempo con el fin de levantar su perfil y convertirse en el líder indiscutible en el mercado del comic mainstream. New Avengers se consolida como un experimento sumamente exitoso, con un proceso de aceleración inusitado que dará paso a mejores aventuras y auténticas sacudidas a lo largo y ancho de un universo de ficción que año tras año nos mantiene en vilo, atentos a todo lo que se suscita en estas ediciones impresas. Un vínculo que se volverá irrompible y cuya retroalimentación positiva y negativa la colocan en un sitio de honor dentro de su género.
