Novela seriada en 3 volúmenes: Earth X, Universe X y Paradise X
Concepto original por Alex Ross
Historia por Jim Krueger & Alex Ross
Escrito por Jim Krueger
Arte por John Paul Leon (Earth X) y Doug Braithwaite (Universe X, Paradise X); tintas por Bill Reinhold. Ediciones especiales y complementarias por varios artistas
Color en tomos selectos por varios artistas
Letra por Todd Klein
Portadas por Alex Ross
Edición por Marie Javins, Polly Watson, Bob Harras, Mike Marts, Mike Raicht, Nova Ren Suma, Jenny Huang y Warren Simmons
Publicada por Marvel Comics entre 1999 y 2003
A lo largo de muchos años he sido un lector asiduo de los comics editados por Marvel, y sin temor a equivocarme considero a La Trilogía de Earth X como el relato definitivo dentro de su enorme acervo de publicaciones.
Y esto se debe a una ambiciosa intención holística que intenta responder – desde un punto de vista épico, increíble, emotivo y versátil – a las incógnitas jamás resueltas en su universo de ficción, con más de siete décadas de inmensa y aún creciente historia. Creada por el multipremiado autor e ilustrador Alex Ross en el arte conceptual, y apoyado por un multifacético y descomunal argumento del laureado Jim Krueger, la Trilogía tuvo como objetivo el cumplir una arriesgada proeza nunca antes lograda por ningún proyecto editorial en Marvel Comics: concebir una narrativa de largo alcance que dramatice, explique, justifique y ofrezca un orden lógico y absoluto a todas las hazañas, sucesos, coincidencias y caracterizaciones de personajes que han maravillado a generaciones enteras de lectores en el mundo.
Acompañados por un selecto grupo de artistas de gran calidad, este equipo creativo ha hecho de este comic un artefacto de prolongada vigencia, de gran aprecio entre los lectores y una fuente inagotable tanto de profunda discusión como agitada controversia.
Esta obra se compone de tres sagas monumentales dentro del corte clásico en el género de superhéroes: Earth X, Universe X y Paradise X, las cuales exploran todos los rincones del llamado “Universo Marvel”. Como un todo, estas narrativas integran una guía amplia y detallada que analiza y deconstruye lo mítico y fascinante que es esta gran familia de personajes y su cúmulo de historias, publicadas por esta longeva y apreciada casa editora. De igual forma, estos comics rinden un merecido tributo a aquellos profesionales del medio que en mayor o menor medida han contribuido a edificar este legado literario.
En lo personal, le tengo un apego muy especial a este comic. Una vez que leí Paradise X entre los años 2002 y 2003, surgió una inquietud y necesidad de mi parte por intentar darle un orden a toda la información y contexto histórico del Universo Marvel provisto por esta obra. Fue preciso hacer una labor completa de relectura que fue lenta y, en algunos casos, desalentadora. Pero a medida que empecé a compilar copiosas notas y a redactar sinopsis individuales de cada entrega de la serie, fue como empecé a ver que tenía algo interesante en mis manos, una tarea de investigación que realmente valió la pena realizar.
Recordé además que el escritor Jim Krueger tenía un foro de discusión en la ahora extinta página de Internet X-Fan, y fue así como empecé a recolectar sus interesantísimos posts, en donde vertía tanto puntos de vista como material suplementario que enriquecían sobremanera la experiencia de explorar este vasto y complejo mundo a cuatro colores.
Era claro que estaba completamente enganchado con las revelaciones y pistas dejadas en el camino por estas tres sagas, con su entrañable reparto de personajes y con las agudas caracterizaciones que el autor imbuyó en su guión para todos ellos.
Todo este entusiasmo se tradujo en una página web de nombre “Realidad X”, en la cual publiqué no solamente mis comentarios sobre este extenso material, sino también una comprensiva línea de tiempo que detalló cronológicamente todos los sucesos que le dieron forma y fondo a Earth X, y que la consolidaron como uno de los relatos más trascendentes en el Marvel Comics de principios del siglo XXI. Complementaron a este recurso de Internet referencias exactas – fragmentos sacados de las ediciones originales y de sus apéndices – citas textuales, recomendaciones de lectura y checklists para completistas del comic, así como también un robusto resumen de todos los misterios dejados en el tintero por el equipo creativo. Aún y cuando ya no existe esa página, todavía conservo toda esa bibliografía.
Screenshot de ‘Realidad X’, en el ya lejano 2004.
La trama que se narra a lo largo de estas tres miniseries se sitúa en algún punto del tiempo, y tal ubicación histórica le permite sacar provecho de un atractivo contexto como lo es el pasado y el presente de Marvel Comics, siendo la materia prima de la cual se alimenta para relatar una sentida retrospectiva y homenaje a la vida y obra de sus protagonistas, trazar una conclusión lógica a sus inspiradoras y desafiantes ideas y conceptos, además de ponderar su destino final o su brillante futuro.
Las respuestas a las más grandes preguntas se encuentran aquí. La espera terminó.
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SERENDIPIA
Obras trascendentales en cualquier medio artístico tienen sus coincidencias y eventos afortunados que definen su rumbo, y Earth X no está exento de ellas. Basta con decir que este comic de Marvel está ligado invariablemente con su competidor acérrimo, DC Comics.
Tras la publicación de la miniserie Kingdom Come en 1996 – la cual muestra una visión futurista tanto incierta como esperanzadora del “Universo DC” y su gran catálogo de personajes principales y secundarios – Nelson Alexander Ross (foto, izq.) se situaba en la cúspide de su carrera como ilustrador, con un estilo fotorrealista y pictórico que dejaba sin aliento al fandom, repleto de composiciones de gran fluidez que resaltaban lo mítico y colorido de los superhéroes, pero con una firme intención de exaltar su inherente humanidad, dando como resultado un comic que representó un salto de calidad descomunal con respecto a su anterior obra, Marvels, una serie limitada publicada en 1994 y de relevancia similar, junto al guionista Kurt Busiek. Este artista describe a su estilo pictórico de la siguiente manera:
“What’s bizarrely unique about my work getting shown at the Warhol museum is to think how [pop artists] used comic characters in a number of occasions, like the work of Lichtenstein. There was a type of tongue in cheek aspect to adapting these images and allying them to fine art. What I do, there’s no tongue in cheek. There’s no cynicism. I’m trying to represent the history of, you know, traditional 20th century illustration, and bring it to the medium that has been in a more cartoon ghetto.”
Aún y cuando Mark Waid tiene el crédito de ser el escritor detrás de Kingdom Come, se reconocen las contribuciones de Ross respecto a la dirección de la historia y los momentos cumbre que deseaba retratar en su arte secuencial – y ampliamente documentado en entrevistas, retrospectivas y publicaciones de la época. Sus continuos altercados con Waid durante la elaboración de este relato – y su eventual distanciamiento tras su finalización – nos informan de una enérgica y demandante personalidad en este artista, con una visión muy específica y una rígida disciplina de trabajo, y que se esmera en todo momento por hacer notar su voz autoral en los proyectos en los que colabora.
Earth X vs. Kingdom Come. Litografía por Alex Ross. Click to enlarge.
Esto ha plagado de diversos matices el trajinar de Ross en el mundo del comic, recibiendo tanto elogios como críticas y situándolo en un lugar envidiable como una leyenda contemporánea del comic, y cuyo nombre es sinónimo de ventas aseguradas. En aquella lejana década de los 90s, Alex Ross se vio beneficiado enormemente por el alto perfil que le ofrecía la revista Wizard, que en ese entonces era la publicación a seguir para estar enterado de todo lo que acontecía en la industria del comic, antes del advenimiento del Internet. Se dice que Ross la compraba “sólo para ver su nombre en el Top Ten”, lo cual nos habla sobremanera de su polarizante como cáustica personalidad a decir de muchos.
Y es a causa de la propia revista Wizard que Earth X surge como el comic que conocemos ahora.
Siendo contactado por esta publicación para elaborar una serie de sketches que retrataran a los personajes insignia de Marvel Comics en un futuro lejano – y como un facsímil deliberado de Kingdom Come – Ross inicia con una imagen que ahora es tanto célebre como irrisoria: un Peter Parker gordo y utilizando todavía su ceñido disfraz de Spider-Man:
¡Spider-Fat! Tal y como fue publicado en el sketchbook de Earth X, un suplemento especial para la revista Wizard en 1997.
Estas ilustraciones en un principio satíricas pronto cobrarían mayor importancia una vez que Ross intentara conjurar un motivo que justificara estos cambios radicales para los personajes de Marvel. Apoyándose en su amigo Jim Krueger para redactar un origen más o menos sensato, la razón concebida por este guionista no solamente fue elegante sino fuera de toda proporción. En sus manos no tenían un sketchbook del cual el lector se reiría un rato, sino un proyecto de potencial inusitado que cambiaría sus vidas radicalmente.
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LA ESTRUCTURA NARRATIVA
Conocí el trabajo de Jim Krueger (foto, der.) tiempo atrás en una historia corta en el comic de Excalibur #75, publicado en el año de 1994 e ilustrado por el consagrado artista visual Tim Sale. En pocas páginas, se alcanza a percibir un ligero atisbo y esbozos significativos de un estilo que alcanzaría su potencial máximo en Earth X: un completo dominio de los elementos básicos que definen a los personajes de Marvel, y una gran capacidad para crear en base a ello relatos que se mueven en terrenos familiares y conmovedores pero con detalles tanto novedosos como repletos de ingenio, y que los elevan por encima de la media. De esta manera vemos la gestación de un talento todavía en bruto pero con una gran afinidad para crear ambientes de notable dramatismo. Krueger sigue al dedillo la regla de oro de situar a sus personajes en situaciones incómodas y en emotivos viacrucis con el fin de sacar de ellos lo mejor de sus virtudes y potenciar a sus historias.
Este escritor norteamericano se ha convertido en un favorito por su trabajo en la Trilogía, donde impacta con una visión humanizada para los personajes clásicos y contemporáneos del Universo Marvel, situándolos en un punto del tiempo todavía distante, pero con detalles reconocibles para los lectores. Su relato emplea la conocida plantilla narrativa de la distopia, aunque evoluciona paulatinamente hacia una naturaleza épica, construyendo para ello un mundo literario plagado de seres más allá de lo común, pero ofreciendo para ellos caracterizaciones con un toque muy personal e íntimo, lo cual hace que el lector se identifique con ellos al instante. Krueger ha sido un experto para recuperar esa esencia del Universo Marvel concebido por un Stan Lee en la década de los 60s, basado en alegorías, emociones básicas, genuinas y tangibles, y en escenarios de amplia relevancia social.
“Escribí Tierra X con la esperanza de que se pueda leer en dos niveles diferentes. El primero, para los fans desde hace mucho tiempo, era contar una historia en la que todo lo que hayan leído del Universo Marvel tuviese un propósito… y esta serie en particular sería una especie de recompensa para ellos. El segundo nivel que intenté escribir era el de una especie de “nueva introducción” al Universo Marvel – una en la que si no se sabe nada de estos personajes, las secuencias de origen explicarán todo lo que hay que saber.”
Es a través de esta labor de rescate que esta saga de Earth X trasciende con un sello muy particular, pasando de lo micro a lo macro, de lo terrenal a lo cósmico con gran facilidad pero sin perder el enfoque en el género literario sobre el que se sitúa y las expectativas del mismo. Es entre sus atmósferas de acción súper heroica, intriga conspiratoria y sentido de asombro que se revelan capas de análisis muy sugerentes, basadas en atinados monólogos que diseccionan a la condición humana y a los matices y contrastes que la definen.
Este comic se convierte así en un terreno fértil en donde se exponen temas accesibles que se esconden entre sus high concepts: el potencial latente de la raza humana, sus miedos, su percepción del entorno y de quienes la rodean, además de su relación con la religión y la cultura. De igual forma, entre sus páginas se logran apreciar razonamientos acerca del control de nuestro destino, el viaje hacia la trascendencia y el límite definitivo al que llegará el pensamiento creativo, siendo éste el poder o la capacidad más importante que posee la voluntad del hombre – y que le permite moldear a la realidad a su alrededor, liberando a su mente y alterando su propio aspecto físico, emocional y espiritual. Krueger sitúa de manera inteligente, en espacios selectos y bajo diálogos contundentes y ominosos, reflexiones y abstracciones profundas acerca de términos que son de carácter universal, entre los que destacan el ideal heroico, la bondad, la maldad, la necesidad, la acción, el altruismo, el cambio, la complacencia, el egoísmo, el amor, la mortalidad, el instinto de supervivencia, la tragedia, el nihilismo, la curiosidad e iluminación y la evolución de las especies.
2001 el film (arriba) inspira a Earth X el comic (abajo).
Todos estos contenidos son explorados con gran elocuencia y emotividad a lo largo de casi 60 ediciones impresas, distribuidas en 3 magnas sagas que escudriñan cada rincón de un universo literario de orígenes humildes, pero que se vio enriquecido con contribuciones artísticas de gran ingenio y creatividad a lo largo del tiempo, y que la Trilogía buscó darles una cohesión que aparentemente no existía o de la que carecía hasta ese momento.
Estos comics siguen una estructura estándar en cada una de sus entregas, en donde la primera página presenta conversaciones o monólogos de sus protagonistas y cuyos intercambios ofrecen una breve introducción a la temática clave mencionada anteriormente. Cabe resaltar que este texto viene acompañado de una imagen estilizada que nos recuerda los primeros minutos del film 2001: A Space Odyssey, dirigida por Stanley Kubrick en 1968 (recuadros, arriba), estableciendo de esta manera simetrías con sus atmósferas épicas y de misterio, así como sus leitmotifs. No en balde, “2001: A Space Odyssey” fue un comic publicado por Marvel y dentro del cual aparece por primera vez el que será el principal narrador: Machine Man, conocido también como “X-51”, y es a través de él que somos guiados de la mano por esta historia, por lo que su inherente curiosidad y preguntas sobre lo que le ha ocurrido al mundo son también nuestras.
Acto seguido, se ofrecen 2 splash pages que deconstruyen los orígenes particulares de personajes clásicos y de culto dentro de Marvel Comics, tales como Spider-Man, Captain America, Iron Man, los Cuatro Fantásticos, Wolverine, Dr. Doom, Adam Warlock, Ghost Rider, los Eternals, Rick Jones y muchos otros, adecuándolos al marco conceptual de Earth X. Estos destacados análisis se inspiran sobremanera en un intento similar hecho por el afamado autor y artista visual Jim Steranko en el comic de aniversario de Superman #400, publicado en el lejano octubre de 1984, que explora bajo este impactante y compacto recurso narrativo la historia de este inmortal superhéroe y su probable futuro.
Los espectaculares splash pages de Steranko en Superman #400 (recuadro, arriba) son la base para las interesantísimas disecciones a los personajes de la Marvel dentro de Earth X (recuadro, abajo).
Posteriormente, somos inducidos a un extraño pero aún reconocible Universo Marvel. Un futuro cercano – aunque indeterminado al fin – en el que se exploran las repercusiones de una misteriosa “plaga” que azota a toda la humanidad, y la cual les otorga súper poderes de todo tipo, convirtiéndose en el hilo conductor durante el primer tercio de la saga. Las estructuras socio-políticas como las conocemos se colapsan casi de inmediato, dando lugar a un nuevo orden mundial que afecta tanto a héroes como villanos, beneficiándolos o perjudicándolos por igual.
Este punto de quiebre detona una serie de situaciones que nos permiten como lectores redescubrir a este cúmulo de historias y personajes bajo una perspectiva fresca, distinta, y que absorbe nuestra atención inmediatamente.
Continuando con las referencias a 2001, X-51 es visitado por un monolito negro, que lo transporta por un portal multicolor hasta la llamada “área azul” de la Luna – en clara alusión al último segmento de la cinta de Kubrick, titulado ‘Jupiter and beyond the infinite’ – y ante la presencia de su único habitante: Uatu, alias el Vigilante, quien le revela que alguien le ha quitado sus ojos y ha estado ciego durante los últimos 20 años. De esta manera, X-51 es guiado por Uatu para observar lo que pasa en el planeta Tierra. Es así como los continuos y atrayentes intercambios entre estos personajes abren las puertas al debate, en donde la búsqueda de la identidad como seres pensantes, y la acción o inacción al enfrentarnos ante la necesidad se repasan una y otra vez en diferentes formas.
X-51 y Uatu, nuestros guías dentro de la historia.
Cada capítulo finaliza con una cita textual, ya sea de alguna figura histórica o un autor reconocido de la literatura universal, que hace resonar significativamente los temas expuestos en cada tomo. Esto da pie a un apéndice en las páginas siguientes, y que constituye un segmento amplio en prosa que es acompañado por los impresionantes sketches de Alex Ross. Los apéndices discuten ya sea el paradero de personajes secundarios, se profundiza en los radicales impactos sociales que afligen al mundo, o se ofrecen reflexiones particulares sobre el subtexto filosófico que la obra incluye, desde el punto de vista de alguno de los protagonistas. Este material evoca directamente a la seminal obra de Watchmen, escrita por Alan Moore e ilustrada por Dave Gibbons (DC Comics, 1986-87) y que sin duda fue una herramienta muy útil y atractiva que les permite a Krueger y a Ross ampliar el alcance y las perspectivas de lectura para esta historia. En el caso de Universe X y Paradise X, cada tomo individual fue publicado sin apéndices para reducir costos, siendo compartidos por Krueger primeramente en su foro de discusión en X-Fan, y posteriormente impresos en sus tomos recopilatorios.
Earth X no solamente polarizó al medio del comic comercial sino que en retrospectiva se puede decir que fue el último eslabón al tipo de comics que tanto impresiona y fascina al fan de hueso colorado, así como amedrenta a los neófitos por su amplio uso de la historia previa y con un pesado bagaje. La llamada “continuidad”, esta crónica de historias serializadas que llevan décadas publicándose en el mainstream del superhero comic de Marvel y DC a veces se vuelve una pesada carga para quienes intentan seguir todo detalle de sus personajes predilectos – aún y cuando muchas de estas personas hayan empezado a leerlos en historias ya comenzadas, o a la mitad de las mismas.
De hecho, el segundo tercio de la historia surge precisamente por esa necesidad de “saber más” acerca de temas y personajes que no fueron cubiertos en la primera parte. Earth X presentaba de una forma novedosa y atrayente un bagaje amplio, pero no ahondaba en TODO el bagaje. Necesitábamos más, y el equipo creativo detrás de la obra también. Es el propio Krueger quien justifica la intención de continuar su obra con una secuela:
“But the problem was, explanations raise new questions […] so you see, we had a responsibility. UNIVERSE X (and the upcoming PARADISE X) was thought about and dissected, well before EARTH X was even born.”
— Extraído de Universe X: Omnibus, publicado en 2001.
En el caso de Universe X, la narración cambia la estafeta hacia un par de personajes de culto como lo son Gargoyle (Isaac Christians, creado por John Marc DeMatteis y Don Perlin en 1981) y Nighthawk (Kyle Richmond, creado por Roy Thomas y Sal Buscema en 1969). Plagado por reveladoras visiones del pasado, panoramas pesimistas del presente y crípticas profecías del futuro, Richmond enfatiza al lector un relato que en su mayor parte es trágico, irónico y violento, y que se plasma agudamente por la viveza en los trazos que engalanan a este segundo capítulo de la saga. Krueger hace énfasis en las intersecciones entre la Tierra y el Reino de los Muertos, siendo inmensos escenarios en los cuales se fraguan batallas por la supervivencia de lo que resta de la raza humana. Las contribuciones al mito literario de Marvel Comics en los 70s y 80s toman gran fuerza en Universe X, siendo esta época en donde la proliferación de los team-ups entre superhéroes, historias multi-partes y series limitadas de gran calibre y vigencia le dieron forma definitiva a un género que llegó para quedarse.
Gargoyle (izq,) y Nighthawk se convierten en la voz omnisciente dentro de Universe X.
Como preámbulo a Paradise X, Marvel publica una trepidante miniserie de 3 partes de nombre “Heralds”, la cual da un cierre satisfactorio y lógico a ciertos cuestionamientos que Universe X expone sobre los llamados “universos alternativos”. En sí, el mundo que este comic presenta es también una ‘historia alterna’ de las publicaciones originales de la Marvel, y en sus páginas ocurren cosas que despiertan nuestra curiosidad por saber cómo integrar a este “multiverso” en el panorama y la teoría que pondera Earth X. Para beneplácito del aficionado, Heralds cumple con creces dicho propósito.
El segmento final de este gran relato adquiere una presencia muy distintiva que lo separa claramente de sus predecesores. Krueger proyecta sobre Paradise X una tónica similar al high fantasy muy al estilo de autores como un J. R. R Tolkien o un C. S. Lewis, repleto de territorios vastos y enigmáticos, de combates épicos entre ejércitos multitudinarios, de dioses y hombres, de conversaciones profundas y misterios sin resolver, donde en particular los últimos párrafos de la obra “The Last Battle” – último capítulo de la laureada Chronicles of Narnia de Lewis – le sirven a este comic para dejarnos apreciar ese esfuerzo por elevar a la Trilogía a un nivel mítico y eterno:
“Now at last they were beginning Chapter One of the great story which no one on Earth has ever read; which goes on forever; in which every chapter is better than the one before.”
De esta manera, somos testigos de una historia sin fin, de la misma manera que la continuidad de Marvel sobre la cual se inspira.
La Trilogía enaltece la figura del Capitán América, cuyo pesimismo y decepción inicial se convierte paulatinamente en fortaleza e inspiración. Todo un estandarte entre los héroes de Marvel.
Cada comic de Earth X (tomos #0, 1-12 y X), Universe X (#0, 1-12, X) y Paradise X (#0, 1-12, X) son engalanados con portadas pintadas por el propio Ross, y que si las juntamos una con otra forman 3 posters gigantescos. Las ediciones especiales de igual manera cuentan con portadas temáticas ilustradas por Ross (Earth X #1/2, Universe X: 4, Universe X: Spidey, Universe X: Cap, Universe X: Beasts, Universe X: Iron Men, Paradise X: Heralds #1-3, Paradise X: Xen, Paradise X: Devils, Paradise X: Ragnarok #1-2 y Paradise X: A). Cada una de estas sagas cuenta con su propio sketchbook, publicados inicialmente en la revista Wizard como suplementos promocionales – Marvel sólo lanzó para su venta individual los de Earth X y Universe X, mientras que el de Paradise X se incluye en las ediciones recopilatorias.
Con esta estructura bien establecida, el equipo creativo se dispuso a explorar detenidamente este mundo nuevo e incierto, tomándose grandes libertades para no solamente ensamblar, sino transformar radicalmente, a su reparto. Reteniendo sus características básicas pero bajo una estética visual que intenta imaginar su aspecto dentro de 30 años en el futuro, cada protagonista y personaje secundario es reinventado por Alex Ross, creando para ellos una nueva imagen que honra su pasado pero que se atreve a romper moldes para darles un edge y pathos inusitados. Inicialmente este fue el aspecto que más llamó la atención, pero paulatinamente este controvertido shock value fue cediendo a medida que el argumento de Krueger fue ganándose a los fans, entregando grandes caracterizaciones, efectivo drama y plot twists que le dieron una identidad única.
Mar-Vell, personaje clásico del Marvel cósmico setentero. Su protagonismo se vuelve crucial en Universe X y Paradise X.
Sin embargo, existen ciertos temas que son mencionados mas no explicados en su totalidad, dado su propósito como narrativa gráfica de relatar una crónica emocionante sobre el origen y desarrollo de este universo de ficción a escala global. Las historias y hazañas individuales que cubre son las más trascendentes, por lo que aquellas aventuras o el papel interpretado por nuestros personajes favoritos quizás no impacten sobremanera en el marco general de la obra y se dejen en el tintero.
Quizás haya sido un error el mencionar estas pequeñas historias, pero eso es lo que la vuelve tan interesante, siendo una lectura completamente absorbente que incita en el lector la búsqueda (aunque infructuosa) de las respuestas a estas incógnitas, haciéndola perdurar en su memoria.
Es su mayor fortaleza, y a la vez su gran debilidad.
Reed Richards, de los Cuatro Fantásticos. Su rol en la Trilogía paso a paso se agiganta y pasa de ser una figura trágica a una épica.
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EL ARTE
Sería un error dejar de mencionar y alabar a la invaluable aportación de quienes intervinieron en el arte secuencial a lo largo de esos 5 años en los que duró esta sensacional epopeya, siendo el primero de ellos el súper estelar John Paul Leon (foto, der.), cuyo versátil line art captura expresiones de todo tipo con su acostumbrada economía de trazos y estupendo uso de sombras en bloques amplios. Una de las cualidades dentro de esta saga es su esfuerzo consciente por desechar estilos básicos o caricaturescos para perseguir un nutrido fotorrealismo, y con ello transmitir adecuadamente el corazón emocional que Krueger provee en el argumento. Leon triunfa al plasmar sobre la página impresa el deterioro del mundo en el que se sitúa Earth X, así como la tónica derrotista y el paso de los años que ha gastado el entusiasmo de los héroes de Marvel, pero que una vez más se levanta de sus cenizas para defender a este planeta de quienes intentan manipular y extinguir a la voluntad humana. El artista logra cubrir toda la enormidad, sentida nostalgia y atractivo misterio que rodea a esta mitología a cuatro colores y que nos seduce y obsesiona a la vuelta de cada página.
La titánica labor de Doug Braithwaite (foto, izq.) para completar Universe X y Paradise X impresiona con un fino y pulcro acabado en las expresiones de sus personajes, y cuya evolución al paso de los años fue notable, logrando desarrollar y hacer crecer su storytelling a pasos agigantados, siendo Paradise X una obra que se beneficia sobremanera al encontrar su madurez como ilustrador, con pleno dominio en la composición de páneles, expresiones faciales, ambientaciones, manejo adecuado de las sombras para transmitir contenidos y significados, además de un gran ojo para desarrollar sensacionales coreografías de acción dentro de este género de superhéroes. Gran parte del éxito dentro de este proyecto es que los artistas involucrados logran con gran acierto reproducir al 100% los épicos sketches de Alex Ross al lenguaje secuencial del comic, cobrando vida al instante.
Consumados artistas de reconocida trayectoria dentro del medio como Brent Anderson, Tom Yeates, Ron Randall, Jackson Guice, Steve Pugh, Steven Sadowski y Steve Yeowell participaron en la elaboración de las peculiares ediciones especiales que acompañaron a Universe X y Paradise X, ofreciendo un amplio abanico de interpretaciones a la estética visual, las atmósferas narrativas y reparto de personajes secundarios ya establecidos en las miniseries principales.
El entintado corrió a cargo de Bill Reinhold (foto, der.), asignado personalmente por Alex Ross en la tarea de impregnar de dinamismo y profundidad al arte de Leon y Braithwaite, cumpliendo con creces en cada entrega, en lo que sin duda fue un reto monumental dado la friolera de comics que componen a esta obra. La contribución de Reinhold no puede desestimarse dada la preferencia de un John Paul Leon por hacer que las sombras sean las encargadas de impregnar de emociones a los semblantes de sus personajes y darle forma a sus escenarios, y sin una sensibilidad artística similar este esfuerzo hubiese sido infructuoso. De la misma manera, los trazos de Braithwaite alcanzan un acabado inmejorable en el último tramo de Universe X y en la totalidad de Paradise X, que es el momento en donde el dibujante encuentra su mejor forma.
Junto a Reinhold colaboraron además en el entintado auténticas leyendas y experimentados profesionales en la industria, tales como Al Williamson, Robin Riggs, Garry Leach, Will Blyberg, John Totleben, Tom Palmer, John Romita, Sr., Al Milgrom, John Stanisci, Andrew Pepoy, Bill Sienkiewicz, así como el propio Ross y John Paul Leon en momentos selectos.
Siendo un frecuente colaborador en los proyectos de Ross, Todd Klein (foto, izq.) siempre es una garantía en la ubicación de rotulaciones y en la creación de tipos de letra, siendo sin lugar a dudas el mejor letrerista que ha visto el mundo del comic, ofreciendo elegancia, claridad y novedad en la presentación del texto, siendo su caligrafía muy distintiva y que se puede identificar fácilmente en cualquier comic donde intervenga.
El color está a cargo en su mayor parte por Matt Hollingsworth (Earth X), Laura DePuy (Universe X) y Peter Pantazis (Paradise X), quienes manejan una paleta de colores variada, que se mueve una y otra vez entre el sepia para recordar a una ‘época de oro’ de un Universo Marvel que ya no existe más, tonos enmudecidos para denotar a la sombría distopia que embarga a Earth X y a Universe X, y un espectro multicolor que se apodera del último tercio de la saga, a medida que la historia avanza con Paradise X a planos de realidad superiores. Comparten crédito además los talentos de James Sinclair, Melissa Edwards, Benjamin Zhang Bin, “García”, Nick Bell, Linda Reinhold, Dave McCaig y José Villarrubia.
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LAS INFLUENCIAS
“Una cosa en la que Alex y yo nos hemos esforzado por hacer es no refutar nada de lo que ha venido antes. Es decir, no queremos decir que cualquier historia “nunca ocurrió”. Todas ocurrieron. Parte de la bendición y la maldición de la continuidad es la manera de trabajar a través de ella. Y eso es simplemente porque no nos gustaría que alguien refutara a las historias que amamos.”
— Jim Krueger.
Con 75 años de historias en Marvel Comics, la saga de Earth X intenta dar unión a relatos de diverso alcance e importancia en el canon de publicaciones de esta casa editora.
Queda asegurado que con el simple hecho de leer a la Trilogía el interés por conocer a las historias originales aumenta. Incluso, no hay un instante en el que no se lea un comic de la Marvel y se intente instintivamente adaptarlo al contexto establecido por Krueger y Ross. Inclusive, otros autores contemporáneos como Kurt Busiek (en Avengers Forever) y Jonathan Hickman (en Secret Warriors y S.H.I.E.L.D.) han rendido a su manera un sutil tributo para esta saga.
Entre estos homenajes se encuentran los inmortales orígenes creados por figuras definitivas en el medio como Stan Lee, Jack Kirby, Joe Simon, Steve Ditko, Carl Burgos, John Buscema y Bill Everett para el Hombre Araña, los Cuatro Fantásticos, los Vengadores, el Capitán América, Thor, Iron Man, los Hombres X, Hulk, la Antorcha Humana, Dr. Strange, los Inhumanos y Namor.
A medida que avanza la obra, numerosas series de culto fueron mencionadas entre sus páginas, tales como Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D., Silver Surfer, Daredevil, Punisher War Journal, Black Panther, Alpha Flight, Excalibur, New Mutants, Captain Britain, Eternals, Ghost Rider, Machine Man, ROM, Micronauts, Guardians of the Galaxy y la memorable antología de nombre What if?, la cual introdujo historias en universos alternos y que abrieron la puerta a relatos novedosos, arriesgados y libres de restricciones.
Clásicas sagas de los años 70s y 80s también encontraron un espacio, incluyendo a The Korvac Saga (por Jim Shooter), The Death of Gwen Stacy (por Gerry Conway), The Dark Phoenix Saga y Days of Future Past (por Chris Claremont), Squadron Supreme (por Mark Gruenwald), The Life and Death of Captain Marvel, Warlock and the Infinity Watch, The Infinity Gauntlet y The Infinity Crusade (por Jim Starlin), The Kree/Skrull War (por Roy Thomas), Killraven (por Don McGregor), Weapon X (por Barry Windsor-Smith) y The Sword in the Star (por Bill Mantlo), y que a título personal es la más fascinante de todas ellas y sobre la cual se hace un gran énfasis para volverla mítica, enigmática y esencial.
Títulos contemporáneos fueron también puestos bajo la lupa, entre los que podemos mencionar a Avengers Forever (por Kurt Busiek), Wolverine: Origin (por Paul Jenkins) y Ultimate Spider-Man (por Brian Michael Bendis).
Así mismo, diversas miniseries y títulos mensuales que son realmente oscuros o de bajo perfil fueron también revisitadas, tales como Galactus: the Devourer (escrito por Louise Simonson en 1999-2000 y sumamente importante para Earth X), Spider-Girl (por Tom DeFalco entre 1998 y 2009), Comet Man (por Bill Mumy, Miguel Ferrer y Kelley Jones en 1987, siendo relevante para Paradise X) y Nighthawk, esta última escrita por Jim Krueger en 1998, y que maneja elementos que son cruciales en Universe X.
Todas estas ediciones enriquecen sin lugar a dudas el entendimiento de la temática clave que informa a esta magna obra, además de guiar al lector por un viaje tanto nostálgico como de reconocimiento inicial de las historias que la inspiraron.
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HISTORIA X
“The Bugle shut its doors a few weeks later. Most people stopped readin’ anything after that. There were other concerns. Meat was becoming scarce. Industry was failin’ fast.
What it once took a machine an’ an assembly line to do, one mutated man was now able to accomplish with his little pinkie. People started stayin’ home. And started taking with their new powers what they had once worked ta earn.”
— Nick Fury, Earth X #1/2.
La Trilogía de Earth X comienza 30 años en el futuro, presentando así eventos que “divergen” de las publicaciones originales de Marvel Comics.
Dichas discrepancias se engloban en un concepto llamado “Historia X”, término concebido por el autor Jim Krueger y que se usa para nombrar a ese lapso de tiempo que comprende desde el inicio de las divergencias hasta la propagación de una misteriosa ‘plaga’, que le otorga súper poderes a la raza humana. Tras esto, el mundo es sacudido por una transformación sin precedentes que la lleva al colapso cultural, político, religioso y social.
En la lectura de la serie se vierten hipótesis muy originales que explican qué había antes de la existencia de este universo de ficción; la razón por la cual existen los universos alternativos; de dónde provienen los panteones mitológicos de los dioses – nórdicos, egipcios, griegos y muchos otros – así como también se intenta resolver la incógnita de por qué los superhéroes que hemos leído durante décadas nunca han envejecido, y la potencial posibilidad de que este Universo Marvel esté encerrado dentro de una paradoja temporal.
La plaga azota al Universo Marvel. Arte por Doug Braithwaite en Paradise X #0.
Desafortunadamente para el equipo creativo, los detalles específicos que le dan forma a Historia X nunca fueron esclarecidos. El plan original era publicarlo como una serie corta de 2 tomos tras el término de Paradise X, sin embargo, Marvel Comics sufrió un período tanto turbulento como importante que lo llevó a una reestructura editorial en donde se apostó por talento nuevo surgido de la escuela independiente del comic, y siguiendo un enfoque narrativo basado en historias autocontenidas y una reducida exposición a proyectos de largo plazo, sustituyendo grandes planes por contenidos más accesibles para un mercado neófito, impulsando a su vez el mercado secundario de ediciones recopilatorias, algo que no se había hecho anteriormente. Dentro del lingo de los comics, esta etapa recibió el apodo de “NuMarvel”, y se da con la entrada tanto de Bill Jemas como Presidente y de Joe Quesada como Editor en Jefe en el año 2000.
Comics robustos como éste de pronto se quedaban sin un apoyo. Tal fue el impacto que Paradise X fue publicado sin apéndices e iba a ser cancelado en el tomo #8, sin espacio para más ediciones especiales. Una importante campaña de misivas impresas y enviadas a la editorial la hicieron cambiar de parecer, asegurándole que todavía existía una audiencia dispuesta a seguir esta historia hasta el final. El especial Paradise X: Ragnarok sería dividido en dos tomos – en un intento de control de costos y precios – además de que las ediciones finales de Paradise X: A y Paradise X #X tendrían solamente 22 páginas en lugar de 48.
“La Calavera” controla a Norteamérica. Arte por Doug Braithwaite en Paradise X #0.
Esto llevó a Krueger a publicar en su foro de discusión en la página web de X-Fan los apéndices, uno a uno en la fecha de salida de cada comic – aunque con fortuna fueron reincorporados posteriormente en las ediciones recopilatorias – así como también se dio a la tarea de reescribir el contenido de los tomos “A” – que iba a contar con una colaboración múltiple de artistas – y “X”, apostando en este último por un final más abierto y abstracto en lugar de perseguir una conclusión más concreta y definitiva para los personajes y sus temas, como se tenía pensado en un principio.
Por lo tanto, había espacio solamente para terminar a la Trilogía, sin el epílogo de Historia X. A pesar de ello, éste es un proyecto que los autores siguen deseosos de realizar. Krueger compartió tiempo atrás su intención por hacer de este comic no solamente una crónica que transforma al Universo Marvel, sino algo más personal, profundo y de importancia para sus personajes, como ya nos tiene acostumbrados:
“Historia X iba a ser una serie limitada que tiene lugar durante el día después de mañana en el actual Universo Marvel, y establece un enlace directo a los futuros eventos de Tierra X.
Mi conjetura es que los acontecimientos de Historia X ocurrirán poco después de que las Nieblas Terrigen fuesen liberadas. Probablemente comenzará con la sensación de que el miedo al cambio está “en el aire”, por así decirlo.
Historia X (en caso de llamarse así) narrará acontecimientos tales como la muerte de Charles Xavier, la disolución de los Hombres X, la renuncia de Peter Parker a ser Spider-Man, Banner y Hulk, etc.
La atención se centrará en el final de los mutantes como una minoría, y su surgimiento como la especie dominante en la Tierra. Vamos a ver el final de los Hombres X y sobre todo cómo muere el sueño de Xavier y cómo se convierte en algo que jamás consideró posible. Sé que algo fundamental para la historia será la muerte de Xavier y el nacimiento psíquico de La Calavera.
Las auténticas estrellas serán los X-Men más que a nadie, y se sugerirá la idea de cómo una pequeña porción de la humanidad presagió todo su destino. Será esta mutación de la humanidad la que va a tocar a todos los héroes del Universo Marvel y a mostrar cómo han cambiado sus vidas. Aunque todas las historias son muy importantes, y por supuesto que me gustaría contarlas, el verdadero objetivo de esta serie ha estado siempre en los mitos universales en su conjunto.
Lo que está bien para mí acerca de este largo descanso antes de Historia X es esto: ahora Historia X puede ser más grande. Que coincida con un aniversario de toda la serie o algo así… puede ser más grande ahora. Más de lo que alguna vez iba a ser.”
En capítulos selectos dentro de esta gran obra se dejan muchísimas pistas que nos permiten ensamblar poco a poco una línea de tiempo especulativa y que nos sirva de puente para unir el fin del Universo Marvel original con el principio de Earth X #0. Y no es por el simple hecho de saber realmente cómo encajan las piezas, sino para poder digerir con gusto todo el contexto histórico y apreciar el esfuerzo hecho por los autores.
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COLOFÓN
Cada una de estas tres sagas en su esfuerzo individual entrega momentos interesantes. Mientras que las dos primeras partes explican a Marvel Comics como un todo (desde el Universo y la Tierra, pasando por la era de los superhéroes, los mundos alternativos y los artefactos y entidades cósmicas que giran a su alrededor), la tercera y última presenta un tono más íntimo, enfocado en establecer a un mundo apartado de los comics originales y con una identidad propia, además de hacer una labor consciente por digerir todo lo aprendido y analizar las reacciones de sus personajes tras dos batallas épicas, y de cómo ellos persisten en defender su libre albedrío ante la manipulación cósmica.
Con su visión holística, esta obra honra al pasado que le da forma y paulatinamente crea una historia nueva y más personal, estableciendo sus propios cimientos y evita en todo momento estar supeditada a lo que sucede en las ediciones originales. Es un comic que dicta su propio rumbo, y dicho camino no tiene un final a la vista.
Las portadas interconectadas de la Trilogía integran 3 posters descomunales. Haz click + Zoom o abrir en una nueva ventana para mostrarlos:
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También, después de leerla nos queda claro que el concepto de “continuidad” queda redefinido completamente, adquiriendo un nuevo significado para sus lectores. Todas las historias (oficiales o no) sucedieron y tienen su mérito, y pueden entrar en clasificaciones diferentes, o bien se sitúan dentro de su propio contexto. Esta variedad de continuidades (o de historias, como prefiero llamarlas) dan forma a todo un vasto y amplio espectro literario que nos absorbe en la propia cultura del comic comercial.
Basta con decir que esta serie cesó publicaciones, pero es una historia tan vasta y atrayente que da para más y más de que comentar y descubrir. Nunca hay un final, nunca lo hubo, sólo conocimos un fragmento que aún continúa expandiéndose a pesar de que ya no se siga publicando.
Todavía quedan cosas por contar. Quizás en un futuro no muy lejano se pueda ver el regreso de la Trilogía de Earth X.