Final Crisis de Grant Morrison (2008) fue un comic tan polémico que invitó tanto al desdén generalizado como a la obsesión en específico. Toda una saga que nos condujo al escrutinio para descubrir todos sus secretos, y a un análisis cerebral para descifrar las claves de su fracaso comercial y de crítica—a pesar de su frescura y descaro en el argumento y narración. Como complemento a nuestra anterior retrospectiva, ofrecemos ahora annotations y comentario variado para cada capítulo de esta controversial obra. Tú no necesitas saber nada de esto, pero en caso de que estés interesado…
“It’s not meant to be about realism. It’s not meant to be about politics and about stuff that’s happening on the streets. It’s the story about what happens when gods start interfering with life and life becomes mythical.”
— Grant Morrison.
Final Crisis #2
“TICKET TO BLÜDHAVEN”
créditos
Grant Morrison, guión • JG Jones, arte
JG Jones, portada/variante • Alex Sinclair, color
Rob Leigh, letra • Adam Schlagman, editor asociado
Eddie Berganza, editor
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Sinopsis
“Todos los caminos conducen al Infierno…”
A self-assembling hyper story!
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Annotations
“STOP! YOU MUST BE SUPERCOOL TO PROCEED! YOUR LIFE DEPENDS ON IT!”
Esta advertencia con la que inicia este tomo #2 es un claro homage al clásico comic de Flash #163, publicado en 1966 y el cual es el principal responsable de esa tremenda obsesión que tiene Grant Morrison por diseccionar ese peculiar vínculo entre el lector y estas historias a cuatro colores, y que en Final Crisis cobran absoluta importancia.
“IN MY DAY, ULTIMON, HAMMERSUIT ZERO-X, JUNIOR WAVEMAN AND THE OTHER PROUD CHAMPIONS OF BIG SCIENCE ACTION EARNED THEIR STATUS AS JAPANESE HEROES. NOT LIKE TODAY.”
Acto seguido, se introducen a los superhéroes del Japón, “Super Young Team”, y su inherente conflicto generacional—y que si lo trasladamos al mundo real es un tema que en el país del sol naciente cobra gran relevancia para la sociedad actual—con el respetado “Big Science Action”. Morrison compara a estas agrupaciones de la siguiente manera:
“BIG SCIENCE ACTION IS A TEAM OF CHARACTERS INSPIRED BY VARIOUS ARCHETYPAL HEROES FROM JAPAN‘S OWN ‘SILVER AGE’ OF ANIMATION AND MONSTER MOVIES. IMAGINE A JAPANESE JUSTICE LEAGUE MADE UP OF ULTRAMAN, ASTRO BOY, MARINE BOY, GIGANTOR, ETC. FIGHTING GODZILLA AND MOTHRA AND YOU HAVE SOME IDEA OF THE TYPE OF ROLE WE WANTED BIG SCIENCE ACTION TO PLAY.
SUPER YOUNG TEAM, ON THE OTHER HAND, ARE THE YOUNG PRETENDERS. THEY’RE TEENAGERS/EARLY 20S WHO’VE NEVER REALLY HAD TO PROVE THEMSELVES IN A SERIOUS BATTLE, SO THEIR ELDERS TEND TO SEE THEM AS WORK-SHY WASTERS AND DILETTANTES IN THAT TIME-HONOURED WAY THE OLDER GENERATION HAVE TENDED TO VIEW YOUNG PEOPLE OF ANY GIVEN ERA.”
Es una pena que la presencia de Super Young Team en este crossover no haya cumplido con la gran expectativa que se generó de ellos al menos en los tomos #3 y 4, siendo utilizados por Morrison solamente para mover su plot de un punto A al B, además de incorporar ciertas ideas acerca de la influencia que la cultura pop tiene sobre el arquetipo del superhéroe contemporáneo, siendo el estrafalario Most Excellent Superbat un divertido conducto por el cual el autor expone esas inquietudes:
“ALL MY LIFE I’VE WANTED TO BE A GIMMICK. THE TRANSFORMATION OF MAN INTO MERCHANDISING! SPIRIT INTO TOY! WHEN WILL HE REALIZE THAT BEING FANTASTIC IS A SUPERPOWER ITSELF? SO SAYS MOST EXCELLENT… SUPERBAT… SOMETHING WILL HAPPEN TO PUT SUPER YOUNG TEAM ON THE MAP. WE’LL SHOW HIM! WE’LL SAVE THE WORLD OUR OWN WAY!”
Siendo facsímiles de la popular Liga de la Justicia de DC, Most Excellent Superbat, Big Atomic Lantern Boy, Shy Crazy Lolita Canary, Shiny Happy Aquazon y Well-Spoken Sonic Lightning Flash encarnan a la perfección esa intención de objetificar y convertir al heroísmo en un producto de consumo. En diversas entrevistas, Morrison comparte su opinión respecto al génesis de estos incomparables personajes:
“THE IDEA FOR THIS BUNCH CAME FROM SPENDING SOME TIME IN TOKYO A COUPLE OF YEARS AGO AND ME BEING A BIG FAN OF JAPANESE INDIE CROSSOVER POP ACTS LIKE CORNELIUS, KAHIMI KARIE, PIZZICATO 5 AND OTHERS. IN THE 90S, THESE MUSICIANS, AND MANY OTHERS SINCE, TOOK INSPIRATION FROM WESTERN POP RECORDS, BUT MASHED UP GENRES, BEATS, LYRICS AND IMAGERY IN A WAY THAT RESULTED IN MUSIC THAT WAS BOTH ODDLY FAMILIAR AND RADICALLY MODERN. THEN, OF COURSE, THERE ARE THE ELABORATE LOLITA, GOTH, STORYBOOK AND MANGA-INFLUENCED COSTUMES DISPLAYED BY TEENAGERS IN HARAJUKU AND SHIBUYA, SO IT WASN’T HARD TO IMAGINE A CULTURE OF IMAGE-CONSCIOUS HERO WANNABES RECOMBINING FAMILIAR ELEMENTS OF AMERICAN SUPERHERO COSTUMES INTO A FASHION/YOUTH CULT DESIGNED TO MAKE THEM FAMOUS.
WE DECIDED TO CREATE A TEAM OF SUPERHEROES WHOSE LOOK WAS BASED ON RECOGNISABLE, CUT-UP AND REARRANGED MOTIFS FROM WESTERN SUPERHERO COSTUMES. THE SUPERHERO OR SCI-FI UNIFORM AS FASHION OR COUTURE IS AN IDEA THAT RESURFACES NOW AND AGAIN IN THE REAL WORLD—SEE CLOTHES BY PACO RABANNE, JEAN-PAUL GAULTIER OR THIERRY MUGLER, FOR INSTANCE—AND WE THOUGHT IT WOULD GIVE SUPER YOUNG TEAM A DISTINCTIVE LOOK AND AGENDA THAT WOULD REALLY SET THEM APART FROM OTHER YOUNG SUPERHERO TEAMS LIKE THE TITANS OR INFINITY INC.”
De igual forma, se introducen en esta historia a dos personajes que causaron gran expectación entre el fandom por su temeraria actitud e imagen repleta de coolness, pero que el autor los desecha por completo a las primeras de cambio:
“SONNY SUMO. MY NAME IS SHILO NORMAN. ON STAGE, THEY CALL ME MISTER MIRACLE.”
Siendo ambos personajes creaciones de Jack Kirby, es claro que Morrison los incluye para continuar con este homenaje al Rey de los Comics. El inusual team-up entre este par de bienhechores con Super Young Team se ve beneficiado enormemente con excelentes secuencias de acción por parte de J.G. Jones.
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“J’ONN J’ONZZ WAS MY FRIEND. ALWAYS THERE, ALWAYS STRONG, ALWAYS RELIABLE… HE WAS SOMEONE I COULD CONFIDE IN. SOMEONE WHO UNDERSTOOD WHAT IT WAS LIKE TO LOSE A WORLD AND FIND ANOTHER. WE’LL ALL MISS HIM. AND PRAY FOR A RESURRECTION.”
En este párrafo, Morrison confronta las diferencias entre la siempre dolorosa e inevitable muerte en el mundo real contra la que se suscita en el género de superhéroes, que es tanto inverosímil, complicada, conveniente, exagerada o tan bizarra como los autores se lo puedan imaginar, y la cual cuenta también, desde luego, con la posibilidad de regresar todo a la normalidad, o bien traer a la mesa resurrecciones que sean de igual forma inverosímiles, complicadas, convenientes, exageradas o bizarras. Para fortuna de Final Crisis, esta contó con muertes de importancia—Martian Manhunter, Batman, Hawkman y Hawkgirl—a pesar de que se hayan revertido posteriormente.
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“SEE HOW SELFLESSLY WE PREPARED THIS PIT OF HUMAN SUFFERING AND SICKNESS AS A CRADLE FOR YOUR REBIRTH. WE’VE ALREADY WON. AND THEY DON´T EVEN KNOW!”
Es en este tomo donde comienza la eliminación sistemática de la Liga de la Justicia por parte de los esbirros de Darkseid: Green Lantern (John Stewart y Hal Jordan), Batman y Superman son los primeros en ser puestos fuera del tablero de juego. Es a partir de este capítulo donde la historia empieza a centrarse en una sola locación, en este caso la ciudad ficticia de Blüdhaven, sellada completamente tras una lapidaria contaminación radioactiva. Es en el corazón de esta ciudad en donde Morrison introduce el cuartel de los villanos, de nombre “Command-D”, en clara alusión al bunker del mismo nombre y publicado en los comics de Kamandi en los 70s, continuando con esta love letter al trabajo de Kirby en DC.
Con frases sutiles como “Oh God, oh Jesus. There’s someone in my head”—en este caso por Dan Turpin—Morrison inicia de esta forma su idea de que los “Dioses malignos” empiezan a permearse e intoxicar al mundo a través de avatares.
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Paréntesis
Y ustedes se preguntarán, ¿cuál es el nexo entre Mister Miracle, los Nuevos Dioses y Darkseid? ¿Cómo es que Shilo Norman sabe cosas que los demás ignoran? Pues bien, fue en el ciclo entre 2005 y 2006 cuando Morrison jugó con esta idea de los “dioses caminando entre nosotros”. Fue en las páginas de Seven Soldiers: Mr. Miracle (una miniserie de 4 tomos) que encontramos a la narrativa responsable de eliminar a los personajes de los Nuevos Dioses, dando a entender al público lector de que una guerra devastadora los “aniquiló”, dejando como consecuencia el hecho de que sus esencias o almas “cayeron” en la Tierra, alojándose en seres humanos comunes y corrientes:
“There was a war in HEAVEN. And the wrong side WON. The DARK SIDE won.”
A través de un lenguaje tanto nostálgico como críptico, la ausencia de este reparto de personajes (poco más de 20) dio pie a un plan maléfico por parte de Darkseid para atacar al planeta y por fin subyugarlo a su voluntad. Pasajes dentro del argumento ejemplifican esta situación:
“But a war of the GODS, Shilo? Demon girls? Higher worlds of manichaean purity locked in a grim, eternal STRUGGLE, with our Earth as their BATTLE-GROUND? Ideas like that might make you a LITTLE crazy if you were to take them LITERALLY.”
Es dentro de Mister Miracle que se nos ofrece un contexto para entender posteriormente a lo que sucede en Final Crisis. Aunque desafortunadamente cabe admitir que su storytelling poco ortodoxo—concentrado en el drama interno, superación y catársis de su protagonista (Shilo Norman, creado también por Kirby en 1972) por encima de respuestas claras y dejando en “stand by” a todo su reparto y antagonistas (todos en espera de una confrontación definitiva)—lo que dio al traste en su recepción con el público. La serie intuye solamente la promesa pendiente de una historia épica:
—”He’s freedom’s spirit. His NATURE is to DEFY restriction. I believe he can RESTORE the gods to their thrones on NEW GENESIS.”
—”I believe the Mother Box woke METRON and now he is grooming SHILO NORMAN as a servant of the NEW GODS…”
Su desenlace poco consistente con la narrativa principal alrededor del proyecto de “Seven Soldiers” la volvió toda una rareza y hasta quizás una indulgencia para su autor. Tras un lapso de 2 años, no pasaría por nuestras mentes que Mister Miracle pudiese convertirse en un texto esencial, pero lo fue: Darkseid ruge rampante en el universo de ficción de DC Comics y solo Shilo Norman, maestro del escapismo, puede detenerlo:
“Let this be your first and last lesson in cosmic REALPOLITIK. All is one in Dark Side. There is no escape.”
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Este tomo finaliza con la introducción en gran forma de los velocistas Jay Garrick y Wally West. En todas las Crisis, la presencia de los Flashes es obligada y esta vez no es la excepción. En ese tenor y siguiendo la tradición que acompaña a estos personajes desde hace décadas, Morrison comienza a dotar a su argumento de pseudo-ciencia propia de los comics de Flash: el autor plantea el modus operandi del asesinato del “Nuevo Dios” Orión de manera elegante, fascinante y ejecutada a la perfección:
“…WELL, BATMAN CAME UP WITH A PRETTY WILD IDEA WHICH I CAN OF RAN WITH SINCE WE’RE TALKING ABOUT GOD WEAPONS, RIGHT? IMAGINE A BULLET FIRED BACKWARDS THROUGH TIME.”
ZOMG. De la misma manera, la ciencia ficción comienza a inundar a la narrativa, poniendo de manifiesto la salida de un mundo real hacia uno repleto de maravillas, apocalipsis y retornos extraordinarios, tal es el caso de Barry Allen (el segundo Flash y quien muriera hace 3 décadas en la Crisis original). Su regreso no es triunfal sino más bien impactante, y que augura tiempos inciertos para los superhéroes de DC.
“IT´S THE END OF THE WORLD, WALLY! THOSE VIBRATIONS! WALLY, DON´T YOU RECOGNIZE THOSE VIBRATIONS?”
SIGUE:
“KNOW EVIL”