Elle

Una cinta cuyo director y actriz principal nos sumergen en placeres delirantes, atmósferas sofocantes y giros en la trama monumentales.

Elle | Francia, 2016
Dirigida por Paul Verhoeven
Libreto cinematográfico por David Birke, basado en la novela “Oh…”, por Philippe Djian
Reparto: Isabelle Huppert, Christian Berkel, Anne Consigny, Virginie Efira, Laurent Lafitte, Charles Berling, Alice Isaaz, Judith Magre, Vimala Pons, Jonas Bloquet, Lucas Prisor y Raphaël Lenglet
Cinematografía por Stéphane Fontaine
Musicalización por Anne Dudley
Edición por Job ter Burg
Producida por SBS Productions, Pallas Film, France 2 Cinéma, Entre Chien et Loup, Canal+, France Télévisions, Orange Cinéma Séries, Casa Kafka Pictures, Proximus, Centre National de la Cinématographie y Filmförderungsanstalt
Distribuida por SBS Distribution y Sony Pictures Classics

El trajín de Paul Verhoeven en el séptimo arte lo lleva a asumir distintos roles como realizador que se decantan entre la audacia, la infamia, la provocación, el triunfo, lo risqué y el desencanto, aunque sin una línea consistente y sin llegar a alturas como las de un De Palma, Cronenberg o Von Trier.

El holandés, quien dirigió clásicos de culto como RobocopTotal Recall y Starship Troopers, además de taboo-breakers como Basic Instinct y Showgirls—en su momento verdaderas cajas de Pandora a las que Hollywood prefirió darles la vuelta y barrerlas bajo el tapete—terminó cerca de una década fuera del spotlight, regresando a Europa a producir material, en lo que se podría llamar un “exilio” auto-impuesto.

Para sorpresa de todos, Elle se presenta ante el público como una aproximación a ese zénit en principio inalcanzable para él, siendo un notable ejercicio de manipulación de la audiencia bajo una ambientación que es tanto naturalista como austera, y que nos muestra a un director en completo dominio del plató y con el toque maestro para hacernos creer en la paulatina y aparente desintegración de una mujer que se ve rodeada por amigos, familiares y colegas que son completamente detestables, cuando en realidad ella mantiene todo este tiempo el control sobre ellos.

Sin lugar a dudas, es una cinta que propone un refinamiento muy elegante al longevo género del ‘rape and revenge’ film, y que esconde muy bien cualquier detalle que la pueda encasillar en dicha categoría.

Isabelle Huppert exhibe toda su experiencia en esta realización, con un performance repleto de gallardía, desenfado y sensualidad, capaz de atraer a nuestra mirada y atención en todo momento, asumiendo el papel de víctima y victimario en un instante, y llegando a extremos de pasión y frialdad con gran porte, con un atrevimiento que ya desearían tener cualquiera de las estrellas femeninas en el mundo del cine contemporáneo.

La cinta cuenta con una trama laberíntica, llena de detalles que le aportan gran densidad y que por ningún momento pueden pasar desapercibidos, aportándole no solamente pathos, suspenso y carga sexual sino que se vuelven parte fundamental para armar el rompecabezas de un misterio que es complejo y que empieza a tomar forma hasta el último instante, exigiendo de esta forma nuestra concentración total.

La protagonista carga con el peso específico de un guión plagado de riesgos y situaciones adultas que transgreden a nuestros sentidos: agudísimo drama familiar, morbo, deseo e inuendo, resentimientos profundos, traumas psicológicos y brutales dosis de violencia. Con gran aplomo, Huppert transforma todo esto en un tour de force en donde lleva el mando absoluto, maravillando así a su audiencia.

Elle es una cinta de finísima manufactura que pone a prueba el umbral de resistencia del público, revelando una faceta que era desconocida para un realizador como Paul Verhoeven, y que consolidan a su protagónico como la actriz número uno de todo el orbe.

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