Entre 2004 y 2013, la editorial Marvel Comics dio un salto de fe y le encomendó al autor independiente Brian Michael Bendis el revitalizar a una franquicia venida a menos. Bajo su pluma, el comic de Avengers cruzó un periplo de gran riesgo y controversia, con historias repletas de momentos tanto memorables, emocionantes e infames, que catapultaron tanto al autor, el propio comic y a la publicadora a un cénit narrativo y de ventas sin precedentes, creando relatos definitivos para toda una generación de lectores. La siguiente es una amplia retrospectiva a uno de mejores comics comerciales dentro del siglo XXI.
Tras el término de la exitosa saga de Civil War a principios del año 2007, el calendario de publicaciones de Marvel Comics se aceleró a un ritmo notable, y esto debido a la cohesividad que mostró su universo de ficción tras el término de aquel crossover. Nuevos títulos de tiraje mensual y series limitadas coparon los stands, ofreciendo un nutrido abanico de opciones para el lector. Entre esos nuevos comics se encontraba la miniserie de nombre “New Avengers: Illuminati”, co-escrita por Brian Michael Bendis y Brian Reed, acompañados en el arte secuencial por el talentosísimo ilustrador británico Jim Cheung.
El irregular calendario de publicación de este comic (con 5 tomos impresos entre 2006 y 2007) me da la oportunidad de redactar varios “interludios” dentro de mi crónica de los Vengadores de Bendis y que he estado publicando en este blog. Dado que la narrativa y plan maestro de este escritor se esparce entre varios títulos y en temáticas muy específicas, el separar a cada una de ellas usando a esta miniserie de los Illuminati me parece una buena idea.
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INTERLUDIO TRES: ETERNO INSOLENTE
New Avengers: Illuminati #3
Escrito por Brian Michael Bendis y Brian Reed
Arte por Jim Cheung
Tintas por Mark Morales
Color por Justin Ponsor
Letra por Cory Petit
Diseño de producción por Kate Levin
Edición por Tom Brevoort, Molly Lazer y Aubrey Sitterson
Publicado originalmente el 31 de mayo de 2007
Esta miniserie ofrece un escaparate hacia diferentes sucesos a lo largo de la historia del Universo Marvel, bajo la perspectiva de los “Illuminati”, un grupo integrado por los superhéroes Iron Man, Mr. Fantastic, Dr. Strange, Professor X, Black Bolt y Namor, quienes se reúnen en secreto para lidiar con asuntos de gran relevancia y bajo sus propios términos.
Durante las “Guerras Secretas”, un magno evento publicado por Marvel en 1984-85, varios héroes y villanos fueron llevados contra su voluntad a un mundo de bolsillo para entretener al caprichoso y magnánimo ente conocido como El Eterno (The Beyonder). Esta batalla de tintes cósmicos no escapa al escrutinio de los Illuminati: es Charles Xavier quien logra descubrir algo familiar en los pensamientos del misterioso Beyonder… se trata de un Inhumano, un mutante Inhumano.
New Avengers: Illuminati #3—Las Guerras Secretas: ¿Quién es el Beyonder? Los Illuminati están dispuestos a hacer lo que sea para averiguarlo.
Publicitado como el verdadero origen del Eterno, Illuminati #3 muestra a este grupo regresando al mundo de bolsillo para confrontar a su creador, y que asuma de una vez por todas su lugar como un súbdito más de su rey, Black Bolt, y dejar atrás sus torcidos ejercicios de poder. Rindiendo pleitesía, los Illuminati abandonan complacidos este mundo de juguete, sólo para darnos cuenta de que a medida que ellos se alejan, nos acercamos a un desdeñoso Beyonder quien se dispone a empezar un nuevo juego.
Este comic es, sin temor a equivocarnos, el que sitúa a Brian Michael Bendis en el cadalso, de acuerdo a la opinión de los Marvelitas de hueso colorado que se han declarado como enemigos acérrimos de su obra y legado. No sabemos si es por su amplia popularidad, si es porque su estilo moderno, reader-friendly e irreverente ante lo clásico eclipsó y dejó sin trabajo a las luminarias del cómic de los 80s y 90s, o porque los desplantes de shock value en sus guiones se vean como una mera indulgencia en detrimento de sus historias. Un largo etcétera, que se ve magnificado cada vez que este escritor tiene algún traspié en cualquiera de sus comics.
Antes que nada, New Avengers: Illuminati #3 es en definitiva un traspié. Es un bache en el largo camino que ha labrado al frente de la franquicia de los Vengadores. Es tomar un memorable bestseller de relativa simpleza como lo fue Secret Wars y tratar de reducir su sentido de alegría y amplia imaginación a explicaciones innecesarias, fanboyescas y masturbatorias, ¿con qué fin? Hasta el día de hoy no lo sabemos.
Esta historia es una de las razones por las cuales los lectores de la vieja guardia desconfían sobremanera de lo que Bendis declara en los medios especializados a través de Internet. Para ellos, este escritor se reduce a una serie de absolutos:
A Bendis sólo le importa ser “relevante”, no importando ser irrespetuoso con el material y caracterizaciones usuales de “nuestros” personajes.
A Bendis solo le importa usar a sus personajes favoritos, por lo que “tenemos” que tragárnoslos cada mes.
A Bendis solo le importa “exprimir” a sus historias en interminables segmentos con el fin de vender más comics.
Bendis no es uno de “nosotros”.
Nosotros. Nosotros, que seguimos comprando. Nosotros, que nos encanta sufrir. ¿Debate terminado?
Este masoquismo malentendido es parte de los síntomas que tienen aletargado a este género dentro del comic comercial. Y por esta misma razón nuestros personajes predilectos son puestos bajo el “refrito” constante. Las mismas historias. Los mismos villanos. Los mismos dramas. La realidad de las cosas es que “hablamos con nuestra cartera”: nosotros hacemos de esto algo permisible, por que en el fondo es lo que nos gusta, aún y cuando vociferemos lo contrario. El Internet es una arma de doble filo: es el barómetro que mide lo que está en boga, pero no es el indicativo de que tengamos completamente la razón.
Para fortuna de Bendis, Illuminati no es su nadir. Ése es Age of Ultron.
Pero me estoy adelantando, todo a su tiempo. Lo irónico del caso es que todo lo que pasa en Illuminati #3 no fue culpa de Bendis, sino de Brian Reed:
“Why did you decide to make the Beyonder an Inhuman?”
“That was Brian Reed’s idea,” said Bendis.
— Marvel Secret Invasion panel; San Diego Comic Con, 26/07/2008.
En diversas entrevistas, se revela que Reed es quien llevó el peso de investigar más a fondo sobre los eventos sobre los cuales esta miniserie rinde tributo. No cabe duda que Bendis necesitaba un co-escritor dada su apretada agenda. Era obvio que en algún momento alguna de sus obras sufriría por ello.
Aunque cabe señalar que esta serie es claramente de altibajos y pocas expectativas, y como mencionamos en anteriores posts es el arte de Jim Cheung, Mark Morales y Justin Ponsor el que sobresale completamente al hablar de ella. Los splash pages que conmemoran a Secret Wars son realmente impresionantes, así como también vemos un esfuerzo descomunal por mostrar la incredulidad de los Illuminati ante el poder desproporcionado y sin control del Beyonder, contrastándolo con escenas de intriga propias de este grupo clandestino.
La revelación de que El Eterno es un Inhumano (y mutante) careció de toda lógica y más que nada énfasis, además de que insinúa brevemente que los eventos de Secret Wars II, la secuela de aquella exitosa miniserie, prácticamente es una invención del Beyonder – como se puede ver cuando los personajes clásicos de Power Man y Iron Fist son reducidos a cenizas por este ente todopoderoso en unas cuantas viñetas. Bendis ha sido un detractor muy enérgico de aquella historia:
“I don’t go into the editorial meetings and declare that I have an event. It was very important to me that anyone involved wanted to be involved, and no one’s stories were getting screwed up. I mean, I remember reading stuff as a kid, and you could tell that Secret Wars II was being shoved down the throats of the creative teams on the series at the time. Re-read Secret Wars II. It all fits. The origin (of Beyonder) was created supposedly in hostility to Jim Shooter so I’ve purposefully created another origin in case you don’t like the intended one from Secret Wars II.”
¿Cuál es la razón por la que Charles Xavier mira en forma sospechosa a Black Bolt? ¿Qué secretos esconde este par? ¿Es todo esto una fantasía de El Eterno?
Este tomo construye mentiras sobre mentiras sobre mentiras, y es en este tenor que la propia editorial y también el equipo creativo mantuvieron un hermetismo que ha durado hasta nuestros días, basado sin lugar a dudas en la acalorada reacción de un amplio sector del público ante lo que fue una historia muy por debajo de la media e incluso innecesaria. Su silencio colabora sobremanera para barrer bajo el tapete a esta historia y con ello asumir (afortunadamente, según algunos) que jamás existió.
No fue sino hasta el 2015, 8 años después, que Jonathan Hickman deja en claro la postura oficial sobre El Eterno en la perspectiva de la publicadora:
“Early on I talked with (Tom) Brevoort about this and my understanding is that the editorial position regarding the “New Avengers: Illuminati” (miniseries) Bendis wrote was that it was all a construct of that Beyonder. It was all unreliable narrator stuff and he wasn’t Inhuman. I think that’s clearly the way we’ve gone, but I don’t know that Marvel would think they’ve ever moved off this path. It was just Beyonder shenanigans.”
Cabe señalar que Hickman aprovecha esto para aplicar OTRO ejercicio de continuidad retroactiva sobre el Beyonder, y con ello favorecer a su plan maestro dentro de los títulos de Avengers (vol. 5) y New Avengers (vol. 3), cuyo arco argumental gira alrededor de un nuevo origen y canon respecto a este personaje y la parafernalia que lo rodea — incluyendo a los olvidados “Beyonders”, seres poderosísimos surgidos del comic de Fantastic Four en el lejano año de 1980 — y que en términos generales fue un poco más elegante, robusto y ambicioso, aunque también complejo, de una duración larguísima y de opiniones muy encontradas, si repasamos por completo su trajín en ambos títulos. De un plumazo, este talentoso autor define lo que es el Beyonder en realidad:
“You remember your first encounter with the child Beyonder? It destroyed a universe in order to construct a play world out of the ashes… THESE are its betters, with far more ambitious goals…”
¿Interesante, no? Ya lo creo, pero… ¿sabes qué es lo que hizo Hickman con todo esto? Un refrito de Secret Wars.
En fin, todos somos parte del problema. No importa en qué momento leas esto.