“Superheroes allow us to bring images of futurity into mundane reality and study them in glowing colors.”
— Grant Morrison.

Un divertido ejercicio en Twitter es nombrar cosas y etiquetar a alguien más para que continúe el hilo. Entre la comunidad de amigos y followers llegamos a esto:

Avenger: Hawkeye
Clint Barton es mi Avenger No. 1, pero no gracias al comic de Avengers, sino al de Thunderbolts. Cuando yo empecé a leer este título lo traía Fabián Nicieza, que es mi escritor favorito. Hawkeye era el líder, una idea del anterior guionista (Kurt Busiek) y que Nicieza toma con gusto y la lleva a su conclusión lógica, siendo este personaje el epítome de la búsqueda de la redención en el catálogo de la Marvel, y la temática básica sobre la que gira la primera etapa de los Tbolts entre 1997 y 2003.

X-Men: Rogue
Otra herencia de Nicieza. Siendo fan de los X-Men tras su debut en la TV mexicana, el romance entre Rogue y Gambit (“Titania” y “Gambito” en el doblaje latino) fue uno de sus puntos narrativos más fuertes, y los comics publicados por Marvel México entre ’95 y ’98 nos trajo los relatos definitivos entre estos dos, bajo la pluma del autor argentino. X-Men #24 es un goddamn masterpiece de caracterización que nos expuso con gran elocuencia ese amor atormentado entre estos grandes personajes.

GotG: Gamora
Guardians of the Galaxy fue un trancazo para Marvel Studios. Un hit de taquilla que supo construir a Gamora más allá de sus orígenes humildes en los comics de Jim Starlin. Antes de ser definida por su relación con Thanos, el personaje interpretado por Zoe Saldaña es presentado ante el público como una enigmática, decidida y provocativa y no-nonsense femme fatale, y sus contrastes con Peter Quill (Chris Pratt) le dieron un edge inusitado a la película dirigida por James Gunn.

“What I’ve learned is that the mythology of any given superhero concept is an all-inclusive thing that’s not limited to the core concept. It includes their greatest enemies, their greatest adventures and certain specific chords that are struck with the readership.”
— Joe Casey.

F4: Mr. Fantastic
Jonathan Hickman transforma para el público contemporáneo a Reed Richards. Los Cuatro Fantásticos son el concepto más complicado de llevar a buen puerto por Marvel, y el character arc que Hickman le da a Reed en los títulos de Fantastic Four, FF, New Avengers y Secret Wars lo posicionó como un hombre atormentado por los dilemas morales que conlleva su raison d’être: “Solve Everything.”

Inhuman: Black Bolt
Para quienes seguimos la miniserie de Inhumans publicada por Marvel Knights en 1998, Black Bolt era el miembro de la Familia Real de los Inhumanos más distante. Sin embargo, la tenacidad palpable ante las encrucijadas que el autor Paul Jenkins lo hacía atravesar pusieron de manifiesto que se trataba de un diamante en bruto, un personaje fértil, de potencial inexplorado y de armas tomar.

Defender: Silver Surfer
Solo fue hasta el año pasado que pude tener en mis manos un comic de Silver Surfer escrito por Stan Lee. Se trataba de un one-shot de 1982, e ilustrado por John Byrne y Tom Palmer. No hace falta decir que fue un trancazo y sin duda “Silver Surfer” fue lo mejor que Lee escribió en su carrera en Marvel, por encima de todo su amplio catálogo de creaciones. Una saga repleta de un humanismo intoxicante y reflexivo.

JL: Flash
Crecí con las historias de Wally West narradas por Mark Waid. Bajo un formato de arcos argumentales cortos, el comic de Flash de los noventas se volvió un antecesor interesante y que informa a la explosión del ‘decompressed storytelling’ de un Bendis en el 2000. Sin embargo, Waid le imprimió a su trabajo de un sello muy especial lleno de punch, corazón, consecuencias, acción de alto octanaje y cliffhangers únicos, labrando además a una mitología literaria muy importante para el Velocista Escarlata y su entrañable y magistral reparto de apoyo.

Green Lantern: Kyle Rayner
El trabajo de Grant Morrison en JLA nos regaló momentos épicos, en donde el joven Linterna Verde—a pesar de sus amplios recursos e infinita creatividad—siempre se sintió en dicho equipo de héroes como un pez fuera del agua, siendo el contrapunto perfecto para mostrarnos lo que se siente estar al lado de auténticos mitos: figuras emblemáticas cuyas epopeyas formaron un acervo de comics tanto coloridos, inverosímiles, novedosos y de acción estruendosa, y que como un todo fueron el benchmark contra el cual se mide cualquier historia de la Liga de la Justicia al día de hoy.

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