Las siguientes reflexiones forman parte de mis memorias— si, llevo un journal— y pensamientos concretos tras tres décadas de ser aficionado a las aventuras del Hombre Murciélago. Enjoy.
“MY FAVORITE ARTIST IS BATMAN. BECAUSE HIS WHOLE LIFE IS A WORK OF ART.”
— BRANDON BIRD.
[Un] personaje inmortal es BATMAN, quien fuese traído a México por Editorial Novaro en 1954, finalizando su publicación en el año de 1985. Grupo Editorial Vid—una empresa fundada por la escritora Yolanda Vargas Dulché y el empresario editorial Guillermo de la Parra—adquirieron la licencia del personaje (propiedad de DC Comics). Fue el 21 de Septiembre de 1988 cuando Batman #1 vio la luz en los puestos de revistas mexicanos, editado como ejemplar de obsequio. Entre sus páginas se reeditó el clásico comic de Detective Comics #573 (de abril de 1987), con guión de Mike W. Barr, y arte en interiores por Alan Davis y Paul Neary.
Fue el 12 de Octubre de 1989 cuando se estrena en México la película de “Batman”, dirigida por Tim Burton, quien en esa época tomó por sorpresa al mundo del celuloide con realizaciones de gran frescura como Pee-wee’s Big Adventure y Beetlejuice. Esa fecha fue el estreno oficial en el país (siendo un jueves y tres meses después que en Estados Unidos), pero nosotros no acostumbrábamos ver películas en el día de lanzamiento ya que teníamos que ir a la escuela, por lo que la vimos en ese mismo fin de semana. Recuerdo muchísimo aquel día porque nos sentamos con la familia a platicar sobre la cinta, sentados frente al pórtico. Curiosamente, un gato blanco se sentó junto a nosotros, y no se separaría de mi familia durante casi 8 años.
Esta película le dio una descarga de electroshock a la lánguida idea de que los comics podían dejar atrás los días del campy y dejar de ser un medio “sólo para niños”. Tim Burton imprime su sensibilidad y enfoque offbeat para darnos lo que para entonces era la mejor película de comics jamás filmada. Aún y cuando el film es en su mayor parte del tiempo plot-driven, hay momentos en donde Burton se aleja un poco del cuidado de la ambientación y nos muestra a dos almas en conflicto en la persona de Michael Keaton y Jack Nicholson, bailando una danza macabra y mortal. De la misma forma que Superman deleitó e inspiró a una generación, “Batman” obliga a Hollywood a mirar a una fuente inagotable de ideas e historias que valen la pena ser llevadas a la consciencia global: los comics.
Entre la parafernalia alrededor de esta cinta tuvimos vasos de plástico distribuidos por Pepsi, un álbum de estampas patrocinado por la marca de chocolates Carlos V y la adaptación en comic (por Dennis O’Neil, Jerry Ordway y Steve Oliff) impresa y traducida al español por Editorial Vid.
La barra de dibujos animados transmitida por XHGC (Canal 5 de Televisa) se consolidó como una de las más completas en la historia de la televisión nacional, con un balance muy bueno entre series norteamericanas y el anime japonés […] Televisa trae a México a la elegante y sensacional Batman: The Animated Series, la cual marca un antes y un después dentro de la adaptación del superhéroe americano a la pantalla chica. Su agudo argumento lleno de emoción, drama, tragedia y sutil humor, su tónica oscura, un dinámico storytelling y acción estilizada fue un salto descomunal en calidad y madurez creativa si lo comparamos con otros shows de superhéroes que le precedieron y que también llegaron a nuestro país, tales como Spider-Man (de 1967), Spider-Woman (de 1979), Spider-Man and his Amazing Friends (1981-83), y Super Friends (1973-86).
El éxito inusitado de X-Men (1992-1997) y Batman: The Animated Series (1992-1995) demostró la viabilidad de la adaptación del comic en el formato de la televisión, y dicha promesa quedó cimentada con otros proyectos de calidad similar y que tuvieron una amplia longevidad. La barra de televisión infantil se engalanó con excelentes series tales como Superman: The Animated Series (1996-2000), The New Batman Adventures (1997-1999), The New Batman/Superman Adventures (1997-2000) y Spider-Man (1994-1998). Quizás para el mercado del comic americano estos programas no marcaron diferencias en cuanto a ventas y captación de audiencia, pero para México forjaron a una base de aficionados realmente considerable que los enganchó a las ediciones impresas de manera inmediata.
Cuando la cinta de Batman Forever se estrena en México en 1995, fue que adquirí por vez primera un comic en inglés, siendo The Batman Chronicles #1. En términos generales fue un título que rondaba en la periferia de la franquicia y que se permitía narrar historias con cierto margen de libertad. Al día de hoy sigo sin saber por qué lo compré si en ese entonces ni siquiera hablaba el idioma. De igual manera, la banda sonora de Batman Forever es uno de mis favoritos, una selección excelente de temas, géneros musicales y exponentes de primera línea tales como U2, PJ Harvey, Brandy, Seal, Massive Attack, Tracey Thorn, Eddi Reader, Mazzy Star, The Offspring, Nick Cave, Method Man, Michael Hutchence, The Devlins, Sunny Day Real Estate y The Flaming Lips. Ninguna canción tiene desperdicio.
En 1993, Editorial Vid publicó “Knightfall” (cuando Batman queda parapléjico) y “La Muerte de Superman” (en batalla encarnizada contra el villano Doomsday), siendo ambas historias publicitadas por televisión, algo insólito para la época. Irónicamente, me ha tocado conocer personas que dejaron a los comics cuando Superman resucitó y Batman volvió a caminar, LOL.
“La Raíz Idiota”, original de Alan Grant y Norm Breyfogle, es mi historia favorita de Batman en español. Publicada por Editorial Vid en “Batman” Año VIII Num. 210-213, Enero a Marzo de 1996. El boom de los comics en México daba comienzo.
Con el subtítulo de “Batman Presenta” y “Superman Presenta”, Vid se las ingeniaba para traer al idioma español ediciones especiales en formatos de prestigio. Las mejores de aquella época fueron sin duda “Batman vs. Depredador” y “Crossover Classics: Superman vs. Spider-Man” (ambas con fecha del 28 de Enero de 1994), “Kingdom Come” (Septiembre-Diciembre de 1997) así como también “Batman: La Broma Mortal” (del 10 de Enero de 1997). Este último comic fue mi primer contacto con la obra del afamado escritor Alan Moore, y en principio mi opinión de ella no pasaba de ser una buena historia de Batman y Joker con un bonito arte (antes de saber quiénes eran ALAN MOORE y el ilustrador BRIAN BOLLAND), siendo sus centelleantes texturas day-glo, la determinista dramatización del origen del mercurial Joker y el breve atisbo a los pezones de Barbara Gordon (algo completamente subido de tono, morboso incluso, aunque justificado) los aspectos más interesantes para una entonces (y todavía, quiero creer) mente impresionable como la mía, y que no deja de tener un impacto significativo si interpretamos a esta obra como el primer intento de plasmar el terror psicológico de vanguardia en un comic comercial.
Pasaron varios años antes de descubrir a una cinta como “Batman: Mask of the Phantasm” (estrenada en 1993), siendo esta una adaptación libre de la subvalorada historia de “Batman: Year Two” de Max Allan Collins. “Phantasm” como un todo conjuga muchas cosas: Comics meets Film Noir. Batman meets Citizen Kane. Una película de la época de oro del cine americano. Perfectamente ambientada y producto del éxito de Batman: The Animated Series, “Mask” sigue las pesquisas de su protagonista en la búsqueda de un asesino en serie, así como también desmenuza a una trágica historia de amor y pérdida, al ofrecer un interés amoroso para Bruce Wayne, el alter ego del Hombre Murciélago. Kevin Conroy y Mark Hamill prestan sus voces a Batman y Joker, respectivamente, dándoles una nueva dimensión y vida propia. Un must have.
En DC Comics, el hito más significativo en 1998 fue la publicación del crossover “Cataclysm” en las páginas de series como Batman, Detective Comics, Shadow of the Bat, The Batman Chronicles, Nightwing, Azrael, Catwoman y Robin. La unificación de estos títulos para contar una historia serializada sería una fórmula sumamente exitosa para la compañía y se consolidó como una práctica editorial que persiste hasta nuestros días.
1999 vio el debut de la serie animada de Batman Beyond (1999-2002), la cual marcó un parteaguas tanto a nivel narrativo como en efectos digitales, dejando claro que el equipo de Bruce Timm y Paul Dini conformaban a una fuerza creativa imparable. Críticos como Matt Séneca celebraban el amplio sentido de novedad de este producto televisivo de la siguiente manera:
[…] it represents a way forward for superhero storytelling, one that feels more in step with the modern age with every passing day, and as such one that constantly gets more depressing to consider as a road not taken for comics. For those who weren’t kids in the ’90s, the show’s chronicling of a teenage kid’s taking up the mantle of Batman in a dark future timeline operates on a wonderfully simple formula: it’s the neurotic but fun teen-hero hi jinx Steve Ditko’s Spider-Man introduced to the apocalyptic tone and monumentalist aesthetic of Frank Miller’s Dark Knight Returns. Probably the two most influential superhero comics of all time, and yet the fusion is so novel!
Aside from the incredibly cool neon purple-green-and-red color palette it uses, Batman Beyond succeeds as superhero storytelling because it manages to avoid the “grim and gritty” trap post-Miller hero stories so frequently fall into. By simply focusing on the youth culture of its dystopian setting, and portraying it not with Miller’s get-off-my-lawn dismay but as a vibrant, creative, positive place with as much light to it as darkness, the show bypasses all the cyberpunk “bad future” nonsense so beloved of its contemporary Warren Ellis, derivations of whose aesthetic still more or less dominate the superhero genre in comics. Using a youthful protagonist whose civilian life is fully entrenched in the new and modern (we see Batman dance to gothy industrial jams at the club! we see his friends getting mad into the latest designer drugs! and none of this is used as grounds for moralizing!), Batman Beyond counteracts the fundamentally reactionary nature of the superhero concept, creating a statement that features an anonymous policeman beating up poor people but still somehow comes off as genuinely progressive.
[…] Se empezaba a formar una mezcla interesante de contenidos dentro de la industria, desde el más comercial—el épico crossover de “No Man’s Land” en Batman, el inolvidable JLA de Grant Morrison, “The Magneto War” en X-Men y “Avengers Forever” por Kurt Busiek y Carlos Pacheco—hasta el más personal—siendo Cerebus, Finder, Strangers in Paradise, A Distaint Soil, Acme Novelty Library, Love and Rockets, Eightball y Usagi Yojimbo los comics independientes más significativos de la época. Sin embargo, el punto de quiebre se da el 29 de Junio cuando Warren Ellis introduce la ideología de la Original Graphic Novel (OGN) y los Pop Comics como una estrategia viable para la diversificación del comic fuera de sus nichos tradicionales.La primera década del siglo XXI nos dio garbanzos de a libra. Los títulos de Batman se caracterizarían por tener sagas memorables de manera muy puntual, como en el caso de “Hush” con Jeph Loeb y Jim Lee, “Robin: Year One” y “Batgirl: Year One” (por Chuck Dixon, Javier Pulido y Marcos Martín), las historias cortas de Paul Dini en Detective Comics (“House of Hush”, “Heart of Hush”), “Batwoman” de Greg Rucka y J.H. Williams, “All-Star Batman and Robin the Boy Wonder”, por Frank Miller y Jim Lee, “Whatever Happened to the Caped Crusader?” por Neil Gaiman y Andy Kubert, y títulos satélite como “Gotham Central” (40 tomos entre 2002 y 2006) y la novela gráfica “Catwoman: Selina’s Big Score” (por Darwin Cooke en 2002).
Truth be told, nunca me ha gustado “The Dark Knight Strikes Again”. El comentario de la época estaba polarizado y fue sino hasta casi una década después que las generaciones más recientes han cambiado la narrativa al nombrarla un hito en la hemeroteca del DC Comics del siglo XXI. Bollocks.
“BATMAN” IS A PARABLE FOR WHAT HAPPENS WHEN YOU UNDERFUND PUBLIC SCHOOLS BUT THE WEALTHY STILL HAVE ACCESS TO FIRST-RATE PRIVATE EDUCATION. THAT IS THE ONLY EXPLANATION FOR WHY MOST OF GOTHAM CAN’T FIGURE OUT THE ONLY GUY WHO COULD AFFORD TO BE BATMAN *IS* BATMAN.
— JENEVIEVE FRANK.
Escritores como Morrison (entre 2006 y 2013) y Scott Snyder (desde 2011) fraguaron un híbrido entre la antropología y la metanarrativa para minar de los anales tanto los orígenes de Batman como sus grandes hits, haciendo un esfuerzo titánico de continuidad retroactiva para imprimirle a este comic un sentido holístico que encaje a toda la vida literaria del personaje en una sola historia, la cual incluye a elementos clásicos del género como acción de alto octanaje, revenge thrillers, terror psicológico y aventuras al estilo de los whodunnits y de crimen procedural, propias de las novelas y TV shows de vanguardia.
Sin temor a equivocarme, Morrison le inyectó sangre nueva a esta franquicia, con historias de índole sobrenatural y plagada de ideas frescas, giros en la trama alucinantes, misterios envolventes y efectivas caracterizaciones de gran carga emocional. El oriundo de Glasgow se colocó en el pedestal de los autores definitivos del personaje.
Bajo su pluma, el título de “Batman” presenta un apego y respeto importante hacia su historia editorial (la cual se extiende desde 1938), haciendo un esfuerzo consciente por hacer canónico cada evento, aventura, tragedia y arco argumental—no importando lo bizarro, inverosímil o insignificante que pudiesen ser—y que se han escrito para este vigilante encapuchado. Estos paseos por memory lane, bajo esquemas elegantes y desafiantes, ofrecen nuevas y originales introspecciones a su bagaje personal, que actualizan, enriquecen y ofrecen un punto de vista atractivo y distinto acerca del pasado de Batman, despertando en todo momento el interés y curiosidad de la audiencia del siglo XXI.
No solamente se revitaliza el back catalogue del personaje, sino que se consolida como la piedra angular que soporta y justifica a la tónica narrativa y agenda de Morrison en el comic, cuya peculiar caracterización de Batman nos expone que él es el ser humano más preparado de todos, con el ingenio y los recursos suficientes para triunfar ante cualquier eventualidad. Todos aquellos sucesos ocurridos durante su cruzada contra el crimen han forjado paulatinamente a un carácter capaz de soportar presiones físicas y psicológicas, además de dotarle de una determinación inusitada para encausar positivamente sus traumas de la niñez. Quizás la contribución más importante del autor es hacerle ver a los lectores que Batman, por más negro que haya sido su destino, nunca ha estado solo, sino que la amistad y lealtad que le brindan sus compañeros de armas (Robin, Nightwing, Batgirl, Alfred, Commissioner Gordon, Catwoman, etc.) alimentan a sus convicciones.
En el caso de Snyder, la editorial le dio carta blanca sin precedentes, apoyado en parte por su arriesgada reestructura editorial de nombre “The New 52”, que supuso la cancelación de toda la línea de superhéroes con el fin de reinterpretarla para la audiencia del período 2011 en adelante. Una bofetada con guante blanco para el hardcore fan, quien vio la incorporación de ideas nuevas que suponía una “ilusión del cambio”, la cual fue llevada a buen puerto tanto por Snyder y el veterano ilustrador Greg Capullo, quien hizo de su regreso al comic mainstream todo un suceso. Siendo el título más popular dentro del ahora malogrado New 52, “BATMAN” se volvería un pilar indiscutible para la compañía. La breve etapa de Snyder en la serie de “Detective Comics” con el ilustrador británico Jock entre 2011-2012 sigue estando en muy alta estima por el fandom.
Exponentes destacados del entretenimiento como los Hnos. Christopher y Jonathan Nolan llevaron al personaje a los confines del Social Sci-Fi, analizando su impacto como agente de cambio en un mundo sumido en la desigualdad económica, la corrupción, el crimen organizado y la lucha de clases. El refinamiento a la adaptación cinematográfica del comic logrado por la Trilogía del Caballero Oscuro (2005-2012) es testamento del potencial al que pueden llegar estas producciones, algo que desafortunadamente no hemos vuelto a atestiguar como aficionados al comic y al séptimo arte.
Batman es un mito literario en constante construcción. Al día de hoy es el superhéroe premier en los comics, y todo guión que englobe al catálogo DC da por un hecho su protagonismo. Cintas como “The Lego Movie” (2014) basan parte de su éxito en su presencia en el reparto, ya sea como comedy relief o como instrumento de acción.
El output contemporáneo de Batman ha sido tan bueno que prácticamente se ha apoderado de DC Comics, siendo el story engine del cual se nutre para hacer despegar a cualquier proyecto editorial de reciente publicación. Historias cortas como “The Button” (por Tom King y Joshua Williamson en 2017), eventos como “Dark Nights: Metal” (de 2018 por Scott Snyder y Greg Capullo), la controversial boda entre Batman y Catwoman por el propio King y la edición #1000 de “Detective Comics” en 2019 son prueba fehaciente de ello.