House of X #1

ONE: “The House that Xavier built”.

House of X #1
“The House that Xavier built”
Escrito por Jonathan Hickman
Arte por Pepe Larraz
Color por Marte Gracia
Letra por Clayton Cowles
Diseño por Tom Muller
Edición por Annalise Bissa & Jordan D. White

House of X #1 es el tomo inaugural de una nueva reconceptualización a la franquicia de los Hombres X, uno de los títulos premier y más longevos de la editorial Marvel Comics. Tras su salida el pasado miércoles 24 de julio de 2019, las reacciones (en su mayoría positivas) no se hicieron esperar en las redes sociales. Yo también adquirí una copia en su fecha de salida, y me dispuse a leerla con gran anticipación ya que su autor, Jonathan Hickman, es uno de mis escritores de comics favoritos. Al finalizar mi lectura puedo decir que tuve muchas opiniones encontradas, por lo que me dispuse a comentar acerca de ello en mi Twitter personal. Vale la pena expandir un poco mi punto de vista sobre este comic en el blog, dada la restricción de los famosos 140 caracteres. Enjoy, or don’t.

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Me gustaría compartir el entusiasmo de todos por House of X. Sí, tiene ideas buenas. Sí, introduce un nuevo status quo con amplio sentido de asombro y una actitud de ojos abiertos. Sí, los X-Men son ahora impredecibles. El problema es que para un hardcore fan como yo sigue siendo un tema de “this is different, but the same”.

Hickman is back, eso es indudable. Con el diseñador gráfico Tom Muller presentan a House of X con un conjunto de infografías muy inteligente, similar a lo que el autor ha hecho en series tales como “East of West”, “The Black Monday Murders”, “Secret Warriors” y “Avengers”. Para quienes han seguido la carrera de este autor, nos damos cuenta de que ha vuelto a hacer suya a la narrativa, y todos estos paralelismos intencionales son bienvenidos, siendo detalles conscientes que informan y enriquecen nuestra lectura.  

 

De la misma manera que Grant Morrison en NEWXMEN, Hickman zanja a su historia y la pone en dirección opuesta a lo clásico con un atinado statement of work. La frase “While you slept, the world changed” es una variante nueva a “You can probably stop DOING that now” que Morrison presentó con los Hombres X en el ya lejano 2001.

Quizás ese es el problema. Para mí, lector desde 1992 de los Hombres X, no dejo de ver estos motifs por todo el comic sin dejar de pensar que es lo mismo que he leído años atrás. Por eso es importante decir que Hickman NO va en busca de nosotros, sino por la audiencia del siglo XXI. Hickman, ni incluso Marvel en dicho sentido, esperan a que el hardcore fan apruebe a este trabajo: para volver relevante a esta nueva serie hay que dar un salto de calidad a la fórmula del “refrito constante”. El autor y la editorial van a por la audiencia casual, reinventando a lo clásico a través del high concept. Krakoa is Genosha minus the boring bits.

Uno de los story points que el comic explora es el de los X-Men vs. el Complejo Militar-Industrial, la Geopolítica y los Oligarcas sin escrúpulos: un elemento necesario y que Hickman integra de manera elegante, sin mostrar a todas sus cartas. El dibujante Pepe Larraz, quien combina lo mejor de un Stuart Immonen y un Carlos Pacheco, delivers. De igual manera, esta serie expone una nueva variante para la relación entre Xavier y Magneto: la dialéctica de la mano abierta y el puño cerrado no podía faltar. En este tomo contemplamos una reiteración a la retórica de “Nosotros vs. Ustedes”, la cual se debate entre la ‘soberanía independentista’ similar a lo visto en Utopia (de 2009) o el ‘aislamiento agresivo’ à la Asteroid M (en múltiples ocasiones en la vida de este título), siendo ahora mezclados y modernizados como una ideología única.

Además, el comic nos ofrece una nueva aventura de la célula terrorista mutante conocida como la Hermandad de Mutantes Malvados (Mystique, Sabretooth y Toad). A título personal, Mystique es mi personaje menos favorito dentro de la franquicia por que se ha vuelto demasiado estático, estancado: amiga y enemiga de todos, siempre conspirando y trabajando bajo agendas que no van a ningún lado. Bien lo dijo Joker (Heath Ledger) en la película de The Dark Knight: “I’m like a dog chasing cars, I wouldn’t know what to do if I caught one, you know, I just do…things.” En el caso de Mystique se ajusta al dedillo y Hickman no ofrece nada nuevo bajo el Sol con ella. Bah.

A pesar de ello este tomo nos regala una breve batalla entre el superhéroe Thing (de los Cuatro Fantásticos) y el villanísimo Sabretooth. Eso sí no lo había visto, nice. Larraz, teniendo tiempo de sobra, hace maravillas, y Marte Gracia en los colores no suele fallar. Esta es quizás mi página favorita en este relato, aún y cuando solo sirva para cubrir la cuota obligada de “action scene”.

Las aproximaciones de House of X al NEWXMEN de Morrison son peligrosas pero, ¿saben qué ? ¡qué importa! Si vas a copiar a alguien, hazlo del mejor. Aquí, Hickman combina el concepto de “Sol’s Anvil” (publicado durante su tenor en el comic de “Avengers”) con el clásico androide Mastermold. Nuevamente, el escritor vuelve a su trabajo en Marvel algo holísticamente consciente, con guiños y menciones recurrentes a su body of work.

Aquí es donde me quedo convencido de que soy parte del problema: no dejo de leer estos comics y pensar en que “esto ya lo he visto”. Series como “Fantastic Four” y ahora “X-Men” bajo la pluma de Hickman se caracterizan por ser paseos por memory lane, tomando de autores como Stan Lee & Jack Kirby, Chris Claremont, et al. todo lo que los hizo memorables y reconocibles en dichos comics, ahora con otros aderezos narrativos. Leemos estos comics y no vemos por ningún lado algún sentido de riesgo. Y como no se arriesga por eso les gusta tanto a la gente.

NEWXMEN #114 (2001, imagen arriba): los Hombres X abandonan a los moldes del superhero comic para abrazar a la odisea sci-fi. En House of X #1 (2019, abajo), se anuncian de igual manera vientos de cambio.

Pero para mí todo esto es un “bah, dame algo nuevo, ¿para qué contar lo mismo?” Lo dicho: nosotros somos ahora unos ‘dinosaurios’, pero tenemos que entender que la audiencia nueva—ya sea Millenial, Centennial, whatever—no ha leído todo esto. Ellos se merecen leer estas historias bajo parámetros actuales y no tirar de hemeroteca. Si leemos House of X bajo este enfoque, esto nos va a encantar, si no…

Pero el tenor de Hickman en Marvel no está repleto de refritos. Por ejemplo, su época en Avengers y New Avengers fue fantástica. Eran comics con una tónica narrativa ominosa, atrevida, NUEVA, con mucho riesgo y posicionando a los héroes de la Marvel hacia situaciones que cuestionaban su moral y sus convicciones. Desafortunadamente, la necesidad imperiosa de la editorial por maximizar sus ventas vino a mandar a la mierda algo tan glorioso, al hacer que ambas series desbocaran en un crossover (“Secret Wars” en 2015), diluyendo el potencial de su historia, los protagonistas y sus interacciones.

En NEWXMEN #114 (arriba), se presentaron a enemigos clásicos en configuraciones mortales… algo similar a lo hecho en House of X #1 (abajo).

El potencial riesgo para el éxito de House of X es sin duda el aparecer en el Marvel Comics del ciclo actual 2012-2019, repleto de eventos, crossovers, invitados especiales y referencias visuales al Universo Cinematográfico de Marvel Studios. No dudo que los X-Men de Hickman descarrilen en lo que Alex Ross llamó en su momento “Gangs vs Gangs”: There’s no iconic heart to the X-Men that fight for the ethics of what superheroes are about. On the surface they could argue it’s a morality play, but I see it as little more than gangs against gangs.

Dentro de los aspectos positivos de House of X tenemos la siguiente secuencia (imagen, der.), en donde Magneto les expone a sus invitados humanos en Krakoa que han adoptado un nuevo idioma, distinto al de los Homo Sapiens. Dicha escena en manos poco expertas sería un desastre, pero para nuestra fortuna el equipo creativo se “vuela la barda”, y construye así a la idea más original dentro de este comic: más cerca del Social Sci-Fi que de los Cape Comics. Un Hickman 100% elocuente, con Larraz y Gracia dándole un gran espacio y spotlight a la entrega de los diálogos y finalmente el letrerista Clayton Cowles poniendo distancia y peso específico 👍

En esta época moderna de los Hombres X hemos sido testigos de un proverbial “character assassination” para los X-Men originales (Jean Grey, Scott Summers, Angel, Iceman y Beast), incluyendo paradojas temporales, muertes, metamorfosis, cambios en orientación sexual y resurrecciones al por mayor. El uso de estos personajes en House of X es todavía una incógnita, pero en este primer tomo Hickman va a la segura y mantiene en su sitio a la enérgica caracterización de Scott como lo hicieron en su momento escritores como Morrison, Joss Whedon y Matt Fraction—sin mencionar a Brian Bendis, claro está. Ese es un hilo aparte y de opiniones encontradas😝

Este tomo finaliza dejando a Charles Xavier como un cypher, con un propósito totalmente ambiguo. En su lugar, es Magneto quien toma la palabra y se vuelve un personaje a seguir (y temer) en el futuro. Hickman emplea a su característica voz autoral repleta de discursos de gran poder, tónica humanista y plots monumentales para dejar una agenda “nueva”, aunque cimentada en lo previo.

El comic presenta un “bookend”—al estilo de East of West—con Magneto bajo la palestra e inaugurando a la ‘cultura mutante’ la cual ha adoptado nuevos rasgos para representarse. La franquicia, DE NUEVO, gravita sobre estas fuerzas polarizantes como lo son Xavier y Magnus.

Por todos estos aspectos, House of X se convierte no solamente en un tour de force sino en una lectura de múltiples aristas y amplia reflexión. Esta nueva serie intuye seguir a la estela de éxito de un Morrison en X-Men, con su propia cosmología e identidad. Queda por ver si la intervención editorial no hace descarrilar a este esfuerzo y lo manda a la basura—con sus típicos crossovers, imposiciones, etc.😫

Con los lectores nuevos este comic será un hit. En el caso de la vieja guardia vaticina ser una disyuntiva de permanencia voluntaria o desaire absoluto.

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