Comics en 2022

Momentos selectos de una vida en los comics.

Going Nuclear

La industria del comic siguió afectada por variables macroeconómicas a lo largo del 2022, y cuando parecía que había esbozos de una recuperación, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania amenaza con llevar al mundo a una recesión similar a la del ciclo 2008-2009.

El poco crecimiento de la compañía Substack fue un hecho notable, reduciendo al mínimo sus contratos de exclusividad con autores de comics, así como también su oferta de contenidos similares. El modelo de suscripción online sin la presencia de un producto físico que lo respalde ha sido un handicap en contra y a la vista del lector tradicional.

Se puede decir que este año tuvo los mismos síntomas padecidos en 2020 y 2021, pero si hay que destacar algún suceso curioso, fue sin lugar a dudas el aparente ‘Boom’ en la especulación de los precios, en particular aquellos títulos que tienen o tendrán una adaptación multimedia. A diferencia de la implosion en la década de los 90s, esta inflación progresiva—entre junio de 2021 a agosto de 2022—obedeció más a la presencia de un volumen importante de comics, tanto antiguos como de nueva creación, que se certificaron en masa con agencias tales como CGC, CBCS y PGX, todo con el fin de garantizar un valor premium y sostenido.

La carrera por obtener antes que nadie a los comics en voga provocó una fuerte inyección de capital y precios desorbitantes, pero los cuales paulatinamente se han ido corrigiendo a la baja, al estabilizarse la demanda a finales del 2022. Si buscamos algún motivo de esta desaceleración, podemos apuntar hacia el impasse provocado por la “Fase 4” del Universo Cinematográfico de Marvel Studios, que en opinión de muchos tuvo altibajos en su nivel de calidad, reduciendo sobremanera a la expectativa y la especulación.

Sin embargo, el anuncio simultáneo de las “Fases” 5 y 6, y aunado al potencial renacimiento de las franquicias multimedia de DC Comics—ahora a cargo del realizador James Gunn y el productor ejecutivo Peter Safran—vaticinan un interés renovado por el acervo literario de estas dos casas editoras, así como también la resurgencia en su valor de mercado.

Como complemento a este fenómeno, las subastas online de comics certificados y no certificados encontraron en la aplicación móvil de “Whatnot” el venue perfecto para llegar al alcance de su público meta. La proliferación de canales de YouTube especializados en el coleccionismo de comics—y su comportamiento de precios semanal—le dieron forma y fondo a esta subcultura dentro del Noveno Arte.

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