Entre 2004 y 2013, la editorial Marvel Comics dio un salto de fe y le encomendó al autor independiente Brian Michael Bendis el revitalizar a una franquicia venida a menos. Bajo su pluma, el comic de Avengers cruzó un periplo de gran riesgo y controversia, con historias repletas de momentos tanto memorables, emocionantes e infames, que catapultaron tanto al autor, el propio comic y a la publicadora a un cénit narrativo y de ventas sin precedentes, creando relatos definitivos para toda una generación de lectores. La siguiente es una amplia retrospectiva a uno de mejores comics comerciales dentro del siglo XXI.
“I’ll never forget when I wanted to do Spider-Woman as a series years ago and Bill Jemas said, “No one likes her but you. If you want to, fine. Nobody cares.” So then I say “I do care.” And so now my feeling is, well, maybe I can express why I care. Maybe I can show you why I care. And that’s interesting.”
— Brian Michael Bendis.
Como parte del evento de nombre “Dark Reign”, numerosos títulos de tiraje mensual y series limitadas fueron publicados por la editorial Marvel Comics para acompañar a la narrativa principal—escrita bajo la pluma de Brian Bendis en los comics de New Avengers y Dark Avengers—y sobre la cual se contaban los acontecimientos más impactantes. Uno de esos títulos que rondaban sobre su periferia era Spider-Woman, el cual caía también bajo su autoría.
El trabajo labrado por Bendis en Marvel a partir del año 2000 fue sinónimo de riesgo, experimentación y una eventual consolidación y lustre de diversas franquicias literarias en la mente del consumidor. La audiencia identificaba a ciertos personajes con él y es claro que si se publica un comic con algún protagonista de los Vengadores a su cargo habría mucha gente interesada en adquirirlo. Durante los albores del comic de New Avengers (en el ya lejano año 2005) la presencia de Jessica Drew, alias Spider-Woman, fue adquiriendo una importancia mayor, convirtiéndose de un personaje prometedor a una realidad de arrastre significativo. Fue entonces que el Editor en Jefe Joe Quesada buscó a Bendis para poner en marcha un plan. En palabras del autor, las cosas ocurrieron de la siguiente manera:
“Él se acercó a mi diciendo, ‘escucha, el momento de Jessica es ahora. Necesitamos a un comic con ella.’ Mientras escribía New Avengers, pensaba ‘me está gustando todo esto pero quiero ver más cosas de S.H.I.E.L.D.’, y originalmente entre Alex Maleev y yo había planes de hacer una serie de S.H.I.E.L.D. Era lo que estábamos próximos a hacer. Fue por ese entonces y con la idea de hacer un comic de Spider-Woman que ya pensaba en quién sería el dibujante ideal, y el primer nombre que se me vino a la mente era el de Alex. El tratamiento que le da a la feminidad en su trabajo impreso es increíble, no solamente a nivel estético sino en su fenomenal talento para llenar a la página de instantes memorables con sus protagónicas.
Le hice una presentación con los mejores momentos de Spider-Woman y sus ilustradores; lo que era ella, lo que es ahora y lo que ambos podríamos hacer con ella. Alex se encontraba enclaustrado en el mundo de Daredevil (2001-2006), y esto representaba una oportunidad para ampliar sus horizontes.
Sería una aventura alrededor del mundo. Un thriller de espionaje. De la misma forma que Daredevil brincó de un libro de superhéroes a las raíces del comic pulp, Spider-Woman saltaría de los superhéroes en New Avengers a un libro de espías tanto oscuro como sexy.”
El comic de Daredevil bajo el mando de Bendis y Maleev es, junto con Ultimate Spider-Man, las sagas definitivas dentro de Marvel en el siglo XXI, y que abrieron la puerta a un sinnúmero de proyectos de gran envergadura con autores reconocidos. Se presentaban a personajes de culto bajo un punto de vista fresco, atrevido y bajo esquemas argumentales modernos, siendo una plantilla narrativa que sería redituable para esta casa editora durante una década. La posibilidad de tener una nueva serie bajo este equipo creativo era un acontecimiento y algo que no se podía dejar pasar.
En las páginas de Spider-Woman, fuimos testigos de uno de los esfuerzos artísticos más importantes en la carrera del ilustrador búlgaro Alex Maleev, cuya versatilidad para plasmar cualquier atmósfera es evidente, ya sea en situaciones de ficción histórica, contemporánea o futurista. Su agudeza en el uso del color es impresionante, logrando atractivas y sugerentes vistas utilizando herramientas tanto manuales como digitales. Es tal su dominio sobre el lienzo o la página que puede comunicar tanto la abstracción, el minimalismo y el fotorrealismo con gran claridad. Su arte demanda ser escudriñado minuciosamente, esto debido a la expresividad que logra dotarle a cada pánel, además de los significados que logra transmitir al momento de ilustrar a la condición humana en múltiples facetas, siendo su mayor crítica (quizás la única) el que su arte secuencial se torna muy rígido al ilustrar coreografías de acción estilizada, un defecto del cual es consciente y que ha manifestado públicamente que no es uno de sus fuertes.
Parte del éxito en este comic resulta en la elección de la fotorrefencia como alternativa para ilustrar a la epónima Mujer-Araña, siendo la modelo y actriz comercial Jolynn Carpenter la elegida para prestar su rostro a Jessica Drew. Carpenter logra combinar de forma elocuente estados emocionales alterados, en donde la fragilidad, la sensualidad y la ira se combinan para moldear un character arc muy interesante para la protagonista. Maleev integra en su arte la notable belleza de Carpenter, quien realza sin mayor dificultad el inherente misticismo y sugerente sex appeal que permea sobre esta súper heroína.
Jolynn Carpenter (foto, izq.) da vida a Jessica Drew/Spider-Woman (der.); ilustración por Alex Maleev.
A pesar de ser un comic de investigación e intriga propio del género del espionaje, Bendis opta por reducir al mínimo la narración en primera persona, dejando que su ilustrador tenga un espacio amplio para establecer el tono y los estados de ánimo que se suscitan en cada escena. El ritmo narrativo es notable puesto que los intercambios bilaterales—el estilo insignia del autor—se mantienen en lo indispensable, haciendo que Maleev y Carpenter lleven el peso específico y la responsabilidad de mantener a flote a la historia con atinados close-ups, establishing shots, un lenguaje corporal muy expresivo y gran colorido en los momentos cumbre y de acción.
“Está escrito bajo su punto de vista. Estamos en su cabeza. Es un character study. Es su voz, pero también hay conversación. Estamos viendo al mundo a través de sus ojos iracundos y todas las reacciones están sesgadas porque estamos con ella.”
—Bendis.
En definitiva la labor del artista es mayúscula y este título es una de sus obras más importantes, la cual muestra una evolución sobresaliente si lo comparamos contra el arte urbano, lúgubre y a veces contemplativo que lucía en las páginas de Daredevil, consolidando de esta manera a uno de los profesionales con mayor proyección y prestigio dentro del comic comercial contemporáneo.
Sin embargo y a pesar de todas estas notables cualidades, el comic de Spider-Woman no fue el éxito de ventas que se vaticinaba, a pesar de su evidente calidad gráfica y argumental. Siendo cancelado tras la publicación de siete tomos, se convirtió en una víctima más de este veleidoso mercado.
Alex Maleev.
¿Por qué a la hora de tener en los stands al comic del personaje favorito de los fans, resulta que no hay fans que lo compren? En este caso en particular el nivel de calidad mostrado es altísimo, y por eso no se entiende el que no haya encontrado a una audiencia mayor. Encontrar respuestas a esto no es sencillo, y por ello nos hemos puesto a analizar a los diversos factores que contribuyeron en mayor o menor medida a sellar el destino de este proyecto tan pronto.
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DEMASIADO TARDE
Probablemente cuando Joe Quesada instó a Bendis a hacer un comic de la Mujer-Araña, no tomó en cuenta los planes a largo plazo que su escritor tenía para ella, o al contrario se encontraba completamente convencido de que el autor sería capaz de resolver cualquier obstáculo con tal de hacer cumplir sus deseos.
Y es que el terreno estaba labrado de forma perfecta para hacer funcionar a este prospecto de comic: Jessica Drew se encontraba entre la espada y la pared, siendo una triple agente al servicio de los Avengers, de Nick Fury y de los villanos de Hydra. Su moral, cuestionable; su espíritu, inquebrantable; su objetivo, hacer lo correcto aún y cuando su semblante de vida se viese comprometido. ¿Qué podría salir mal? Nada, y fue así que Bendis escribió un guión para Spider-Woman.
El único problema era hacerlo encajar de manera natural en su magna narrativa con los Vengadores. Aun así, su ambición por hacer funcionar a este proyecto fue palpable, como se demuestra en múltiples entrevistas a los medios de la época entre los años 2006 al 2008:
“Obviamente, su serie mensual sería un viaje alrededor del mundo, con todo el elenco de personajes clásico de S.H.I.E.L.D., incluyendo pistas acerca de ideas tales como el “Caterpillar File” expuesto brevemente en Secret War, incluyendo a todos los frentes a quienes rinde pleitesía en New Avengers. Habría nuevos personajes que se cruzarían en su camino, incluyendo a su reparto característico de villanos que es uno de los mejores: Morgan LeFey, Brothers Grimm, Werewolf by Night, Silver Samurai, Madame Hydra y demás. Ronin, Black Widow y Nick Fury serían invitados especiales.
Además, su situación tras Civil War sería predominante, en donde su identidad como triple agente quedó expuesta y dejándola en medio de todo y sin un lugar a dónde ir. Alex tendría un estilo particular y una paleta de colores distinta para este trabajo, incluyendo el diseño de portadas. Él pintaría todo, aún y cuando el tiempo fuese un impedimento.
Me encantan estos personajes y tengo una gran pasión por todos ellos, y eso se vería reflejado en el producto final y en el argumento. Todo ese cariño quedaría demostrado ante el lector, ya que lo que él busca es pasarla bien, ver cosas cool, que sean importantes y genuinas.”
Pero el mayor problema al que se enfrentó el equipo creativo fue que la Mujer-Araña ya tenía una dirección definitiva: Jessica Drew era una impostora. Ella era una invasora Skrull que conspiró en contra de los Vengadores desde un principio. Compaginar un paseo nostálgico a través de un setting moderno, teniendo a una protagonista que no es quien dice ser no solamente era complicado, sino una idea imposible de vender al lector:
“Cuando tuvimos luz verde para hacer un comic de Spider-Woman, tenía entre manos algo que era brillante. Ella ha sido una Skrull desde su introducción en New Avengers, y pensé que sería fantástico revelar eso en Spider-Woman #1.
Habríamos de hacer algo que le saliera mal para que fuera a algún lugar privado y revirtiera a su forma de una Skrull. Lo escribí, pero finalmente me decidí a no hacerlo. Fue algo que se puede esperar dentro de un comic de equipo, pero si tú compras un comic de la Mujer-Araña, tú esperas a la Mujer-Araña.
Es por esta razón que nunca sucedió. Iba a sentirse como una falsa publicidad. Era una idea que funcionaría solamente en el contexto dentro de una serie como la de los Vengadores, y aún y cuando le hicimos esto al grupo de fans leales a Spider-Woman, les puedo asegurar que su aprecio por este personaje no ha sido en vano.”
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OTRO LIBRO DE ESPÍAS
De esta manera, tuvimos que esperar un poco más para ver a un comic de Spider-Woman en los stands. Fue ante la conclusión de Secret Invasion que las cartas se encontraban sobre la mesa. La verdadera Jessica Drew estuvo apresada un largo tiempo por los invasores Skrulls, por lo que su regreso abría la posibilidad para volverlo a intentar.
Pero otra vez el timing no era el preciso. Las ideas que Bendis había trazado para ella dentro de un contexto de espionaje habían madurado y tomado una fisonomía distinta, una vez que el plan maestro avanzaba año tras año: Nick Fury había regresado tras un tiempo de ausencia y el “Caterpillar File” había tomado forma como una narrativa importante. Personajes como Ronin y Black Widow habían adquirido una presencia renovada en comics como New Avengers y Mighty Avengers, y la agencia de inteligencia S.H.I.E.L.D. había sido desmantelada tras el ascenso de Norman Osborn en la saga de Dark Reign.
Por si esto fuese poco, el golpe de gracia se da tras la salida al mercado del comic de Secret Warriors, una serie de espías co-escrita entre el propio Bendis y Jonathan Hickman, cuya meteórica carrera lo había catapultado a un espacio prominente como una de las futuras promesas dentro del medio.
La pregunta era clara: ¿habría manera de hacer encajar a Spider-Woman en el catálogo de publicaciones de Marvel en 2009, a pesar de lo reiterativo que pudiera ser?
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EXTRATERRESTRES
En pocas palabras, el comic de Spider-Woman se resume de la siguiente manera:
Nacida como el experimento genético de terroristas científicos, Jessica Drew ha llevado muchas vidas: Espía, Agente Doble, Investigadora Privada, Avenger, Mujer-Araña.
Tras ser abducida por los alienígenas metamorfos Skrulls, ella ha vuelto al mundo real completamente perdida y sin estar segura de quienes son sus amigos.
Jessica es contactada para unirse a la Agencia de Defensa Planetaria SWORD por su líder, Abigail Brand. Su primera misión la lleva a la exótica isla de Madripoor en donde enfrenta en combate mortal a un impostor Skrull.
Tras encuentros fortuitos con su némesis Madame Hydra y la policía de Madripoor, Jessica intenta tomarse un respiro. Para su mala fortuna, Norman Osborn—líder de Seguridad en América—se ha enterado de su ubicación. Así, ella se topa cara a cara con su escuadrón asesino de los Thunderbolts.
Habiéndose librado de sus perseguidores, Jessica localiza a otro Skrull errante en Madripoor, y tras un cruento combate logra darle muerte. Sus compañeros Vengadores acuden a ella para conocer su situación y nueva razón de ser en este incierto Universo Marvel.
Probablemente sea muy aventurado de mi parte, pero el comic de Spider-Woman que vimos publicado obedece principalmente a que su autor no tuvo alternativa alguna para hacer funcionar sus ideas originales en el contexto de una Mujer-Araña post-Secret Invasion. Lo que tuvimos en su lugar, no obstante, tuvo sus méritos—no nos hagamos tontos, cualquier comic de Bendis y Maleev es un evento en sí mismo y algo que vale la pena atestiguar—pero a título personal su ejecución dejó mucho que desear, sellando al instante su corto destino.
El principal error a mi parecer fue el extender más allá de lo permitido a la narrativa de los Skrulls una vez que Secret Invasion tuvo una conclusión tanto lógica como definitiva sobre estos personajes y sus intenciones sobre los héroes de la Marvel. Era momento para declararlo como un capítulo cerrado y una vuelta a la página. Incluso, el propio Bendis fue tajante y a partir de New Avengers #48 (publicado a finales de 2008) dejo claro que este era un asunto terminado.
Spider-Woman intentó ser un híbrido extraño de novela criminal con tintes de espionaje, thriller de acción y elementos de ciencia ficción, pero cuyo punto focal—la propia Jessica Drew—se perdía una y otra vez en umbrales que la sumergían en desesperación y paranoia, enfrentando muchas situaciones a la vez sin un orden coherente. Se convirtió, desafortunadamente, en lo que Bendis siempre odió: en un facsímil de Nick Fury en donde un folder ultra-secreto dictaba a la nueva aventura por librar.
Analizar el efecto psicológico que la invasión extraterrestre dejó en la mente de Jessica (abducida por ellos durante un largo tiempo) es una idea no solamente interesante sino necesaria, pero hacerlo en base a un contexto nuevo y bajo situaciones distintas le hubiese ayudado bastante para hacer de este comic algo valioso para los lectores (tanto actuales como potenciales), y le hubiese dado a Secret Invasion una segunda vida como material de relectura (en caso de que estuvieses interesado) si se hubiese manejado de una forma más sobrada, más sutil, que estuviese presente pero sin dominar o dictar la dirección de este relato.
Pero el hubiera no existe. Es trillado, pero cierto. En su lugar, Spider-Woman el comic se volvió esclavo de dos narrativas concurrentes como lo fueron la invasión Skrull y la corrupta administración Osborn. Ante los ojos del lector, teníamos en el mercado a otra serie producto de un crossover en busca de exprimirlo lo más que se pueda, y sabemos por experiencia que dentro de este tipo de series desafortunadamente nunca ocurre algo importante o memorable.
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EL MOTION COMIC
“Lo interesante de todo esto de los motion comics es que no hay reglas. No es animación, no es un comic, tampoco un audiolibro. Es posiblemente lo mejor que estas tres cosas ofrecen para crear una conexión emocional con el público.”
— Bendis.
“Motion Comics are the Van Helsing of comic books. But not as good.”
— Timothy Callahan.
Concurrente a la publicación de Spider-Woman, Marvel lanzó una versión digital del mismo material con características audiovisuales sumamente interesantes. Combinando arte secuencial con animación, efectos digitales y un reparto vocal, el denominado “Motion Comic” se distribuyó a través de la tienda digital iTunes de Apple de manera quincenal en cinco entregas (a un módico precio de $1.99 dólares), los cuales adaptaron al primer arco argumental del comic de la Mujer-Araña bajo este atrayente slogan: “Marvel Motion comics: watch and hear your favorite comics, authors and artists come alive. You’ve never seen Marvel move like this…”
Spider-Woman, episodio 1: Agosto 19, 2009.
La respuesta de la gente fue entusiasta pero no estuvo exenta de críticas por parte de ciertos círculos. Comentarios a favor y en contra hubo a raudales, pero lo mejor de todo fue que generaron interrogantes necesarias sobre el futuro de los comics y su potencial para atravesar diversas fronteras multimedia. A continuación reproducimos algunas de estas opiniones:
“It would seem to me to be an artistic challenge to create something that would be animated in a limiting way but still have great impact. I don’t think you need to have sophisticated execution to bring a story over powerfully. The good thing about comics is they are pretty simple and straightforward. I’ll be really interested to see what people can do with Motion Comics as a prime medium without looking over its shoulder for comic books as source material.”
— Dave Gibbons, acerca del motion comic de Watchmen el 6 de Octubre de 2008.
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Spider-Woman, episodio 2: Septiembre 2, 2009.
“I don’t doubt that a lot of hard work and earnest creativity went into the building of the Motion Comic, but if the future of comics is cheap pseudomovies on cell phones, you can count me out.”
— Scott McCloud, en referencia al motion comic de Watchmen; Marzo 25, 2009.
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“It’s not every day that a new medium is invented or created and usually it happens by accident, against the tide and is roundly ignored and criticized by the majority of the population. You want to put sound with movies? Talkies?! A flash-in-the-pan! Comic books? That’s not a medium, is it? They’re written? And drawn? I thought they just sort of… appeared.
And now the latest… motion comics? Isn’t it enough that HALF of our movies are based on (heh) comic books, overnight, it seems? No? There are going to be motion comics? And what is that, a moving comic book? Yep! But isn’t that… animation? A prediction: “Motion comics” will be a household name a year from today.”
— Neal Adams; Hero Complex, Octubre 19, 2009.
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Spider-Woman, episodio 3: Septiembre 16, 2009.
“When you add camera tricks and a soundtrack to a comic, is it still a comic? Or just a poor excuse for a cartoon, done on the cheap? Are they reaching a new audience, attracted by a new format in more modern sales outlets (that come to them)? Will those hypothetical new readers eventually wind up buying traditional-format comics? Could this be just another way to try and make more money from the same, previously existing content?”
— Johanna y K.C. Carlson; Comics Worth Reading. Abril 6, 2010.
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“I believe very strongly in the idea that comics are as valid as any other form of entertainment, and don’t need to be anything else. That’s not to say that I don’t ever want to see things that originated in comics crossing over to other media but a good comic is an end unto itself. It doesn’t need to be made into a TV show or a movie, and I certainly didn’t think it needed to be run through Flash and jazzed up with voice acting.”
— Chris Sims; Comics Alliance. Agosto 9, 2010.
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Spider-Woman, episodio 4: Septiembre 30, 2009.
“What do we lose? What can we gain? But also, who is the intended audience? We decided the point of a motion comic is to open the stories and characters up to new audiences who might never pick up a comic book. From that standpoint, we wanted to remain respectful and faithful to the original story and art, but edit and compose the shots as if it were a motion picture. This would be the friendliest form for the widest possible audience.”
— Magnetic Dreams, creadores de los Motion Comics “Iron Man: Extremis” y “Thor & Loki: Blood Brothers”; Mayo 4, 2011.
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“The problem with motion comics is that they are by their very nature a lesser product. Not possessing the nuances of a comic or the visual flair of a cartoon, these things are weird creatures traveling through the night in search of their own identity.”
— Chris Cummins; The Robot’s Voice. Junio 14, 2011.
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Spider-Woman, episodio 5: Octubre 14, 2009.
“Desafortunadamente, cuando los comics digitales son usados como un nuevo medio, terminamos con los “motion comics” o algo similar, que básicamente es animación con limitaciones, que puede o no incluir efectos de sonido. Lo veo como una especie de sub-animación, más que como un tipo de valor agregado a los comics.
Así que la gran cosa de los comics digitales es que implican un nuevo modelo de distribución. Y eso es muy importante. Yo puedo preferir no leer mis comics en un aparato electrónico, pero mucha gente sí, y es muy práctico poder inmediatamente descargar el comic que quieras y leerlo unos minutos después.”
— Tim Callahan, en entrevista a Multiverseros. Junio 3, 2013.
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Una animación está a cargo de un equipo multitudinario de personas (historia y arte), en donde se confecciona una guía maestra que se ofrece a un grupo de ilustradores para que cada uno contribuya en diferentes bloques, incluyendo boceto conceptual, storyboards, escenografía y arte en celdas, las cuales son filmadas y editadas una detrás de la otra y que como un todo simulan movimiento en distintos grados de fluidez. A diferencia de esta tradicional técnica, el Motion Comic manipula la imagen del arte secuencial original y le añade complementos técnicos y audiovisuales para transformarlo en un producto distinto:
Trailer del Motion Comic de Spider-Woman.
Durante la elaboración de este proyecto el autor, con experiencia en el mundo de la animación, enfocó a este material literario como guiones episódicos, haciéndose las preguntas correctas: ¿Cuál es la emoción dentro del motion comic? ¿Cómo hacer que la gente deje de mirar y empiece a pensar y a involucrarse en la historia? ¿Qué emoción había que transmitir? Bendis comentó que desde un inicio tenían a la protagonista en un estado vulnerable, en situaciones poco agradables, y que su fastidio y enfado resultó ser esa emoción que estaba buscando. Era una furia que saltaría desde tu pantalla.
Sin embargo, los detalles eran importantes. Según los comics originales, Jessica nació en Inglaterra, vivió en Europa y posteriormente en San Francisco. ¿Qué tan marcado sería su acento y cómo sonaría? De esta manera teníamos en el reparto vocal a Nicolette Reed, quien ofreció una forma y fondo adecuado a las palabras, acciones y sentimientos de este personaje.
Desafortunadamente, este proyecto multimedia fue el principio y el fin para el comic de Spider-Woman, esto debido a que el único responsable de la elaboración del arte dentro del Motion Comic fue el propio Maleev, quien reconfiguró su trabajo una y otra vez para adaptarlo al medio audiovisual, ya sea agrandando, ensanchando y añadiendo mayor detalle en los escenarios alrededor de sus personajes, incluyendo efectos especiales para darle vida propia a secuencias de acción estilizada repletas de súper poderes, armamento de alto calibre y disparatada pirotecnia. Desde cero, Maleev conjuró variadas atmósferas que transmitían directamente estados de ánimo, ambientaciones y tónicas narrativas, a diferencia del medio impreso que es completamente subjetivo. A pesar de que en los créditos se mencionan a las casas productoras Motherland (bajo el amplísimo término de “movimiento”) y Simplissimus (en su caso con “sonido”), en las entrevistas de la época se estresa en todo momento que el artista búlgaro cargó con la responsabilidad absoluta de llevar a puerto seguro esta iniciativa.
Todo este esfuerzo titánico dio al traste con la edición impresa, llevando a la prematura cancelación de la misma. Bendis explica de manera honesta lo sucedido:
“Nosotros nos preguntábamos en qué se convertiría el ‘lenguaje’ de los comics una vez que esté libre de los confines del papel. Con cada nuevo medio viene un lenguaje distinto. ¿Cuál es el lenguaje de los motion comics? No es animación, no es comic impreso, es algo más…
Alex es uno de los artistas—o probablemente EL artista—que puede ser el puente entre ambos medios. Y lo está haciendo. Así que había que lanzarle este reto.
Alex hizo el trabajo equivalente a 24 tomos sólo para hacer esta historia. Era una cantidad considerable para una sola persona. A diferencia mía que iba y venía entre distintos proyectos a la vez, esto era todo lo que él estaba haciendo, día tras día. Cuando llegamos al tomo número 7, necesitaba un descanso y yo no quería continuar esto sin él. En ningún momento fue una cuestión de ventas o de interés, ya que fuimos el número uno en iTunes durante semanas enteras.”
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COLOFÓN
En su intento por evitar ser etiquetado como un comic sobre extraterrestres, Spider-Woman intentó ser varias cosas a la vez, y como lectores sufrimos mucho al no tener un punto de referencia sobre el cual concentrarnos. Además, el interés por hacer de este título la punta de lanza de la iniciativa de los Motion Comics consumió todo el tiempo y energías de su ilustrador—cuyo desempeño en ambos frentes no tiene reproche alguno—dejando en el tintero la expectativa de futuras historias para este personaje.
De perseguir Skrulls, la protagonista pasó de pronto a enfrentar a la policía; de escapar de terroristas desquiciados, se puso a combatir a un peculiar e ineficiente escuadrón de asesinos, para finalmente combatir de nueva cuenta a Skrulls solitarios que no tenían una agenda siniestra detrás—o por lo menos, el guión nunca dejó esto por sentado. Todo esto fue presentado bajo una narración llena de ira, reclamo, descontento y stream of consciousness exacerbado, en donde todo fue reducido a “un día de furia” en el que Jessica Drew intentó desquitarse de quien sea y como sea, y cuya conclusión se nota claramente vacía ya que no hay recompensa, no hay catarsis, sólo la aceptación de que el mundo está de cabeza y que todo esto fue un vago intento por tener una válvula de escape a frustraciones que llevaban tiempo acumulándose, sin garantía de sanación o solución permanente.
Es decir, ella siguió siendo la persona más jodida del universo. Quizás esa sea la intención después de todo. Estar jodida es su “segundo acto” del cual no podrá escapar nunca. Ese es su drama interno “al estilo Marvel”, y nosotros seremos fieles seguidores de este viacrucis mes a mes, año tras año.
Todo este escozor sería continuado por el autor al trasladarlo al comic de New Avengers, pero desafortunadamente el énfasis sobre Spider-Woman se perdería del todo al tener a más protagonistas alrededor. A pesar de estos bemoles, podemos asegurar que el objetivo de Bendis con la Mujer-Araña se había cumplido, al contagiar de su entusiasmo por ella a una audiencia masiva. Nosotros compartíamos sus problemas y esperanzas.
Sin embargo, es preciso decir que en los años próximos veríamos como esta aura de novedad se iría diluyendo de Jessica a medida que los Vengadores se inmiscuían en relatos más apegados a la fórmula tradicional del género de superhéroes—su lugar en el equipo estaba asegurado, pero solamente para llenar de color o humor alguna que otra situación. En su intento por darle un sello distintivo y hacerla encajar en los bloques de la representatividad y la equidad de género, y apetecer a su vez al creciente público de los “justicieros sociales” que se aglomeran en el social media, Marvel se arriesgó ofreciendo un cambio radical al hacer de Jessica una madre soltera (por fertilización in vitro, ni más ni menos) y alterando por completo su estética visual de antaño, en donde su provocativo traje fue de-sexualizado por completo para estar acorde con una nueva realidad en la que el sector femenino de lectoras se ha vuelto más exigente y consciente de lo que se espera de una súper heroína en la narrativa del comic del siglo XXI.
Los resultados de este atrevido approach aún están por verse…